Soldados alemanes a bordo de un tren en ruta a Polonia, con un anuncio diciendo: “Viajamos a Polonia para golpear a los judíos”, en 1939.
A tan sólo 6 meses de la invasión alemana a Polonia, las restricciones a la población judía iban en aumento y cada vez más eran excluidos de la vida cotidiana. El registro obligatorio de cada individuo ante las autoridades alemanas ya había iniciado, el objetivo era tener un riguroso control para futuras decisiones respecto de la comunidad judía.
Al momento en que la Wehrmacht ocupó la ciudad de Szczebrzeszyn, al sureste de Lublin, en Polonia, entre 3,000 y 4,000 judíos vivían en esa población. Desde el inicio, sin ningún respeto por las tradiciones del Sabbath, los alemanes ordenaron a los judíos limpiar las calles durante todo el día. Los trataron brutalmente cortándoles o arrancándoles la barba, maldiciéndolos y golpeándolos.
Para mantener control administrativo, los funcionarios alemanes ordenaron el establecimiento de un consejo judío (Judenrat) y desde el inicio se requería que todos los judíos se identificaran usando brazaletes blancos con una Estrella de David azul. Las autoridades alemanas cerraron escuelas, confiscaron propiedades y reclutaron a hombres judíos para realizar trabajos forzados y disolvieron las organizaciones judías de antes de la guerra.
Zygmunt Klukowski era médico, cirujano y supervisor en el Hospital del Condado de Zamość en Szczebrzeszyn, y mantuvo un diario secreto detallado sobre la ocupación alemana; el 16 de marzo de 1940 escribió... Ver Más