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Foto sin fecha de Adolf Hitler relajándose con su amante Eva Braun. Durante los últimos añ

Foto sin fecha de Adolf Hitler relajándose con su amante Eva Braun. Durante los últimos años de la guerra Hitler sufrió de varios malestares crónicos que se acentuaron cada vez más conforme la guerra le fue siendo desfavorable. La falta de sueño durante las noches le hacía empezar sus labores hasta muy tarde en el día.

Hitler sufrió de varias enfermedades durante la guerra, sobre todo en relación con el agotamiento nervioso y molestias abdominales. Estos, sin duda, se agravaron cuando la guerra empezó a ir en su contra y se encontró bajo estrés. Muchos lo consideraban como una especie de hipocondríaco. Su disposición a probar terapias alternativas probablemente le llevó a poner su confianza en el Dr. Theodor Morell como su médico personal.

Theodor Morell le proporcionaba una amplia variedad de medicamentos que en realidad pudieron haber hecho más daño que bien a Hitler. El galeno pudo haberse ganado la confianza implícitamente de Hitler, pero era considerado como un fraude por muchos otros. Un médico de la Wehrmacht, el Dr. Giesing, probó las pequeñas píldoras negras “antiflatulentas” que Morell estaba dosificando, en un intento por descubrir qué efecto tenían. Él experimentó “irritabilidad, fotofobia y dolor de estómago” –éstas contenían estricnina-. Sin embargo, Hitler continuó con Morell que siempre estaba listo con una inyección cuando se sentía cansado, o un enema de té de hierbas para sus problemas gástricos. Él lo veía casi diariamente.

El 18 de julio Hitler estaba bajo mucho estrés. Los problemas en el frente del Este ahora sólo podían empeorar y ahora se enfrentaba a los Aliados en Sicilia, amenazando invasiones en otros lugares. Su aliado italiano podía ser visto alistándose para colapsarse, así que voló para confrontar a Mussolini. Antes de irse llamó a Morell, quien registró:

El Führer había enviado por mí a las diez y media de la mañana, dijo que ha tenido los dolores de estómago más violentos desde las 3 de la mañana y que no ha pegado el ojo. Su abdomen está tan tenso como una tabla, lleno de gas, sin dolores de palpación en cualquier lugar. Viéndose muy pálido y excepcionalmente nervioso: afrontando una conferencia vital con el Duce en Italia mañana.

Diagnóstico: estreñimiento espástico causado por el exceso de trabajo en los últimos días -tres días prácticamente sin dormir, una conferencia tras otra y trabajando hasta bien entrada la noche-. Ayer por la noche comió queso blanco y rollos (Rolladen), con espinacas y guisantes.

Como no puede escabullirse de algunas conferencias y decisiones importantes antes de su partida a las tres y media de la tarde, no pueden dársele narcóticos, sólo puedo darle una inyección intravenosa de una ampolla de Eupaverin, algunos suaves masajes de estómago, dos pastillas Euflat y tres cucharadas de aceite de oliva. Anoche tomó cinco pastillas Leo.

Antes de partir hacia el campo aéreo, le di una inyección intramuscular de una ampolla de Eukodal. Él se veía muy mal y bastante débil.

En el avión Condor, el Reichsmarschall Göring quería darme algunos consejos finales (Ondarza estaba de pie justo detrás de él): “Usted debe darle Euflat. Eso una vez me ayudó mucho”. “Sí, dos tabletas tres veces al día. Lo estoy haciendo ya”. “Pero tienes que seguir haciéndolo durante un largo período. Las tomé durante dieciocho meses. ¡Y entonces usted debe darle Luizym también!

¡Ya estamos haciendo eso también! (El dio el nombre equivocado al principio, pero Ondarza lo corrigió.)

Durante el vuelo Hitler soltó flatulencia, lo que dio lugar a una cierta mejora. Al llegar a la Berghof le di otro masaje corporal, con más Euflat seguido del Luizym el cual he estado dando ahora en repetidas ocasiones desde hace algún tiempo.

Por la tarde tuvo algo de nutrición muy fácil de digerir y se fue a la cama alrededor de las doce y media, después de tomar un Phanodorm-Calc y la mitad de una tableta Quadronox.

Si deseas saber más, lee “The Secret Diaries of Hitler’s Doctor” [Los diarios secretos del médico de Hitler], de David Irving.

Si deseas ver algunos comentarios médicos sobre los tratamientos ofrecidos por Morell, visita el sitio Royal College of Physicians [Colegio Real de Médicos].

Theodor Morell fue médico personal de Hitler, pero muchos de sus tratamientos eran poco or

Theodor Morell fue médico personal de Hitler, pero muchos de sus tratamientos eran poco ortodoxos.

Hitler había sido durante mucho tiempo un admirador de Mussolini, su amistad personal se d

Hitler había sido durante mucho tiempo un admirador de Mussolini, su amistad personal se dio desde 1936. Ahora era una relación muy desigual.

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