El movimiento de resistencia estudiantil llamado “Weiße Rose” [Rosa Blanca], activo en Alemania durante el período Tercer Reich. La imagen muestra a Hans Scholl (a la izquierda), Sophie Scholl (centro) y Christoph Probst (derecha) (Willi Graf y Alex Schmorell no aparecen en esta imagen), en Múnich, Alemania, en 1942. Fotografía del United States Holocaust Memorial Museum [Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos].
En sus días en la escuela, los hermanos Hans y Sophie Scholl se habían fascinado por el movimiento nazi. Hans tenía un alto rango en la organización de las Juventudes Hitlerianas y Sophie tenía una posición similar en la Liga de Jóvenes Alemanas. Sin embargo, a medida que crecieron y atestiguaron el progreso de la guerra, se volvieron muy críticos del régimen nazi, al darse cuenta que iba en contra de sus valores más profundos.
Como estudiante de medicina, Hans fue enviado a la Unión Soviética en servicio militar y fue testigo de la conducta de las fuerzas armadas alemanas y las acciones en contra de los judíos. Al regresar a la Universidad de Múnich en 1942, él y un grupo de sus compañeros formaron el “Movimiento de Resistencia Rosa Blanca” (Weiße Rose). Cuando Sophie ingresó a la Universidad en 1942, también ella se unió al grupo.
Entre junio de 1942 y febrero de 1943, el grupo distribuyó seis panfletos diferentes denunciando a Hitler y al régimen nazi. A los lectores se les instaba a “apoyar al movimiento de resistencia” en la lucha por la “libertad de expresión, la libertad de religión y la protección del ciudadano individual de la acción arbitraria de Estados-Dictaduras criminales”. Estos eran los principios que formarían “los cimientos de la nueva Europa". Miles de panfletos fueron producidos usando una imprenta de manivela, mismos que llegaron a la mayoría de las ciudades principales de Alemania.
El 18 de febrero, Hans y Sophie estaban distribuyendo una maleta llena de panfletos en la Universidad. Se pretendía que fueran encontrados por los estudiantes para que asistieran a las conferencias del día siguiente. Pero ellos fueron capturados en el acto por el personal de la Universidad y fueron entregados a la Gestapo.
El 22 de febrero de 1943, cuando estuvieron frente al “Tribunal Popular” nazi, presidido por el infame Roland Freisler, no había muchas esperanzas para ellos. Él fungía como fiscal, juez y jurado en su propia concepción de la “justicia nazi” y tenía un récord de condena de más del 90% de las personas que aparecían en su corte sentenciándolas a muerte. Hans y Sophie no fueron tratados de forma diferente. Se mantuvieron desafiantes hasta el final. El texto de sentencia muestra la forma sumaria del régimen nazi de impartir “justicia”... Ver Más