La ciudad de Stalingrado continuaba siendo bombardeada incesantemente por la Luftwaffe. En la imagen, una vista aérea de Stalingrado en octubre de 1942.
Los alemanes, quienes ya se ubicaban en el centro de Stalingrado, estaban al límite de una extensa línea de suministros que comenzaba gradualmente a desquebrajarse. Hitler había despedido a su Jefe del Estado Mayor, Franz Halder y había reafirmado su control sobre las fuerzas alemanas.
Los yacimientos de petróleo en Rusia, el objetivo para la ofensiva de verano alemana en 1942, estaban cada vez más fuera del alcance, una realidad que empezaba a ser captada por la jerarquía militar. En el fondo los alemanes empezaban a tomar conciencia de que la guerra parecía imposible de ganar.
El general Freiherr von Richtofen, al mando de la Luftflotte 4, describe cómo las fuerzas alemanas estaban ya experimentando la escasez de combustible para los aviones de la Luftwaffe sobre Stalingrado... Ver Más