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Granaderos alemanes esperando el ataque enemigo, alrededor del 20 de diciembre de 1942, en

Granaderos alemanes esperando el ataque enemigo, alrededor del 20 de diciembre de 1942, en el sector Velikiye Luki-Rzhev, al sureste de Toropets.

En las frías nieves a finales de noviembre de 1942, el ejército soviético atacó las líneas del frente alemanas escasamente equipadas al norte y al sur de una ciudad en el río, rodeando el vital centro de suministro y atrapando a su guarnición mientras amenazaba con aislar y rodear a todo un grupo de ejército alemán. Adolf Hitler prohibió una retirada y ordenó que las tropas rodeadas fueran abastecidas por aire. Los ataques de rescate nunca tuvieron la fuerza necesaria para atravesar a las fuerzas soviéticas que la rodeaban y, a fines de enero de 1943, la ciudad estaba nuevamente en manos rusas; los defensores alemanes muertos o hechos prisioneros.

 

El comandante alemán era el general Hellmut von der Chevallerie, no el general Friedrich von Paulus, su oponente era el Tercer Ejército de Choque, no el Sexagésimo Segundo Ejército del teniente general Vasily I. Chuykov, y el ejército alemán que se desangraba era el Noveno, no el Sexto. Sin embargo, el cerco de Velikiye Luki se parecía mucho a la conocida debacle que se desarrollaba al mismo tiempo en Stalingrado.

 

Conocida a veces como “el pequeño Stalingrado del norte”, los soviéticos habían rodeado la ciudad desde el 27 de noviembre de 1942, pero no pudieron hacer mucho progreso contra las unidades alemanas más al oeste ni recuperar las vías ferroviarias clave hacia Leningrado. Se ordenó a la guarnición alemana en la ciudad que esperara una fuerza de auxilio y presentara una defensa concertada.

 

Velikiye Luki era crucial para ambos bandos. Para los alemanes era un baluarte que protegía el centro ferroviario que abastecía al Grupo de Ejércitos Norte. La pérdida de esa vía férrea podría haber obligado al Grupo de Ejércitos Norte a levantar el sitio de Leningrado. Pero si el alto mando alemán pensó que Velikiye Luki era importante, el alto mando soviético lo consideró crucial. Lo que estaba en juego era nada menos que el destino de dos grupos de ejércitos alemanes, el del Norte y el del Centro.

 

Y aunque el número de unidades soviéticas era considerablemente menor que las fuerzas dispuestas para Stalingrado, ellas sufrieron bajas considerables durante el asedio de Velikiye Luki, la cual fue objeto de múltiples ataques, bombardeos, ataques de artillería e incursiones de infantería contra los diferentes fortines establecidos por los alemanes para la defensa de la ciudad en los meses anteriores.

 

El área cerca de la estación ferroviaria al este fue designada por los alemanes como una zona para la llegada de planeadores con la idea de abastecer a la guarnición, algunos de los cuales llegaron por la madrugada del 29 de diciembre, y estos refuerzos continuaron durante el transcurso del día debido al clima favorable prevaleciente; sin embargo, esto no fue impidió que los soviéticos continuaran con sus arremetidas.

 

Por la tarde de ese día, el general mayor Theodor Scherer, que había recibido la Cruz de Caballero por su defensa de Kholm en el invierno de 1941-42, estaba en contacto con el encargado de defender Velikiye Luki, el teniente coronel Freiherr von Sass, comandando el 277º Regimiento de Granaderos y el 336º Batallón de Seguridad adjunto; Sass envió un mensaje apremiante... Ver Más

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