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Labores de un Sonderkommando en Auschwitz

De izquierda a derecha se encuentran los oficiales de la SS, Richard Bär, el doctor Josef

De izquierda a derecha se encuentran los oficiales de la SS, Richard Bär (en Mayo de 1944 se convertiría en el comandante de Auschwitz), el doctor Josef Mengele, Josef Kramer (parcialmente cubierto) y, en primer plano, el comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, en un momento de animada conversación en el Solahutte, el retiro para oficiales a las afueras de Auschwitz. La identidad del hombre a la derecha es aún desconocida.

La mayoría de los judíos de Polonia habían sido asesinados a finales de 1942. En los campos principales de exterminio de la Acción Reinhardt, los pequeños grupos de judíos seleccionados para trabajar en la eliminación de los cadáveres eran periódicamente liquidados y nuevas personas eran elegidas para la tarea. Pocos testigos saldrían de estos campos. En Auschwitz, que era a la vez un campo de exterminio y un campo de trabajo, había pocas probabilidades de sobrevivir a esta labor, por lo que sólo unos cuantos testigos del proceso de exterminio quedaron al final de la guerra.

La declaración de Szlamy Dragon fue tomada el 10 de mayo de 1945, justo después de la rendición de Alemania y unos pocos meses después de haber sido liberado. Fue admitida como prueba en el juicio del SS-Obersturmbannführer Rudolf Höss, quien era el comandante del campo:

Al día siguiente, en la mañana del 10 de diciembre de 1942, una vez que todos los kommandos se habían ido a trabajar, Moll (entonces Unterscharführer, quien posteriormente fue Hauptscharführer y jefe del crematorio en Birkenau) llegó al Bloque 14 y dio la orden: “Sonderkommando, raus”. Fue así como nos enteramos de que éramos destinados, no a la fábrica de caucho (en Buna), sino a un Sonderkommando y no sabíamos de qué se trataba, pues nunca nadie nos había dado la más mínima explicación de esto. A la orden de Moll, salimos del bloque y nos dividieron en dos grupos de 100 hombres, cada uno sería puesto a marchar fuera del campo acompañado de las SS.

Nos llevaron a un bosque donde había una cabaña cubierta con paja, sus ventanas tapiadas. En la puerta que conduce al interior de la cabaña había una placa metálica con la inscripción “Hochspannung Lebensgefahr” [peligro alta tensión]. Treinta o cuarenta metros de esta casa había dos chozas de madera. En el otro lado de la cabaña había cuatro pozos de 30 metros de largo, 7 metros de ancho y 3 metros de profundidad, los bordes negros por el humo.

Estábamos en fila delante de la casa. Moll llegó y nos dijo que íbamos a trabajar aquí en la quema de gente vieja y asquerosa, que nos darían algo de comer y por la tarde seríamos llevados de vuelta al campo. Agregó que aquellos que no aceptaran el trabajo serían golpeados y soltarían a los perros sobre ellos. Los SS que nos custodiaron estaban acompañados por perros.

 

Luego nos dividieron en una cantidad de grupos. Yo mismo y otros once fueron detallados, como nos enteramos después, para retirar los cuerpos de esta cabaña. A todos nos dieron máscaras y nos llevaron a la puerta de la cabaña. Cuando Moll abrió la puerta, vimos que la cabaña estaba llena de cadáveres desnudos de ambos sexos y de todas las edades. Moll nos ordenó trasladar los cadáveres de la casa al patio, al frente de la puerta.

Comenzamos a trabajar con cuatro hombres llevando un cuerpo. Esto molestó a Moll. Se arremangó la camisa y tiró un cuerpo en el patio. Cuando, a pesar de este ejemplo, dijimos que éramos incapaces de hacer eso, nos permitió llevarlos con dos hombres por cuerpo. Una vez que los cadáveres fueron depositados en el patio, el dentista, con la ayuda de un hombre de las SS, extrajo los dientes y el barbero, también vigilado por un hombre de la SS, cortó el cabello.

Otro grupo cargó los cuerpos en vagones corriendo sobre rieles que iban hasta el borde de las fosas. Estos rieles corrían entre dos fosas. Otro grupo preparó la fosa para quemar los cadáveres. En primer lugar, se colocaban troncos grandes en la parte inferior, luego madera más y más pequeña, de manera que quedaran entrecruzadas y finalmente ramitas secas. El siguiente grupo arrojó los cuerpos a la fosa.

Una vez que todos los cuerpos habían sido traídos de la cabaña a la fosa, Moll vertió queroseno sobre ellos en las cuatro esquinas de la fosa y le prendía fuego lanzando un peine de goma encendido (una pieza de goma con flecos rudimentarios). Así es como los cadáveres eran quemados. Mientras que Moll iniciaba el fuego, estábamos al frente de la cabaña, (en el lado noroeste) y podíamos ver lo que estaba haciendo.

La verdad esencial del testimonio de Dragon no ha sido cuestionada, aunque algunos han argumentado posteriormente que las dimensiones y la capacidad de las cámaras de gas eran estimaciones incorrectas.

La “Casa Blanca”, porque era una antigua granja pintada de blanco, donde Dragon fue asignado para trabajar, se utilizó desde 1942 hasta 1943 y luego volvió a ser utilizada en 1944, debido a las decenas de miles de nuevas víctimas traídas de Hungría.

El propio Höss dijo lo siguiente en su declaración jurada, hecha en Núremberg el 15 de abril de 1946:

Yo estuve al mando de Auschwitz hasta el 1 de diciembre de 1943 y se estima que al menos 2,500,000 millones de víctimas fueron ejecutadas y exterminadas allí con gas y fuego, y al menos otro medio millón sucumbió al hambre y la enfermedad, lo que hace un total de muertos de unos 3,000,000. Esta cifra representa aproximadamente el 70% o el 80% de todas las personas enviadas a Auschwitz como prisioneros, el resto siendo seleccionado y utilizado como mano de obra esclava en las industrias de los campos de concentración.

Entre los ejecutados y quemados estaban alrededor de 20,000 prisioneros de guerra rusos (previamente extraídos de campos para prisioneros de guerra por la Gestapo) que fueron entregados en Auschwitz en transportes de la Wehrmacht operados por oficiales y hombres regulares de la Wehrmacht. El resto del número total de víctimas incluía alrededor de 100,000 judíos alemanes y un gran número de ciudadanos (en su mayoría judíos) de Holanda, Francia, Bélgica, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Grecia u otros países. Sólo en el verano de 1944 ejecutamos alrededor de 400,000 judíos húngaros en Auschwitz.

Para más detalles de este testimonio y otros relacionados con el funcionamiento de estos crematorios, véase el Volumen 11 del juicio de Höss, el cual puedes encontrar en The Avalon Project.

La caseta principal de guardia y la entrada del ferrocarril en Auschwitz II-Birkenau, cono

La caseta principal de guardia y la entrada del ferrocarril en Auschwitz II-Birkenau, conocida como la "Puerta de la Muerte".

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