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Vuelo patriótico cancelado

René Mouchotte había desobedecido las órdenes después de la caída de Francia y huyó a Gran Bretaña para unirse a la Real Fuerza Aérea. Los pilotos franceses libres eventualmente formaron un escuadrón dirigido por Mouchotte.

Con los alemanes ocupando casi toda Europa, avanzando en el frente ruso implacablemente, acercándose cada vez más a la capital soviética, la situación para los Aliados no era nada halagüeña y no se veía con claridad una posibilidad de detener a la maquinaria alemana.

 

La Real Fuerza Aérea y el Comando de Bombarderos británicos estaban intensificando los ataques sobre territorio alemán, las incursiones de la Ofensiva Circo continuaban buscando mermar gradualmente los elementos humanos y materiales de la Luftwaffe, aunque el resultado no estaba siendo el esperado.

 

Ante la desesperada situación, se realizaban algunos ataques aislados que no tenían un valor estratégico, si bien más un efecto desmoralizador. En este tenor, René Mouchotte, un piloto francés que había escapado hacia el Reino Unido en forma temeraria desde Orán, en Argelia, e incorporarse a la RAF durante el grueso de la Batalla de Inglaterra, tuvo la idea de lanzar un ataque más de propaganda sobre la capital francesa:

11 de octubre

 

Ahora puedo hablar de la famosa misión especial que nosotros cuatro franceses queríamos intentar. Después de varias conversaciones, el Ministerio del Aire rechazó su aprobación, el experimento siendo demasiado peligroso. La idea era despegar el 11 de noviembre en aviones ultra-rápidos, especialmente adaptados para nosotros. Nos hubiéramos dirigido a París, arribado a la capital alrededor de las once y realizar una picada fantástica sobre los Campos Elíseos, pasando tan bajo como fuera posible en formación perfecta. Tres contenedores productores de humo hubieran vertido un gran rastro de humo el azul, uno de blanco y una de rojo, mientras el cuarto avión hubiera lanzado tras de sí millones de pequeñas banderas francesas. La avenida estaría negra de multitudes silenciosas, de tropas Boche [alemanas] desdeñosas marchando junto a su famoso cambio de guardia.

 

Nada nos hubiera impedido de disparar una ráfaga corta a sus uniformes verdosos, ya que la avenida es ancha. Qué espectáculo para los franceses, ¡ver a sus fiscales morir frente a sus propios ojos! ¡La alegría para ellos de verlos correr del fuego de ametralladoras francesas! ¡La propaganda para De Gaulle y la Francia Libre! ¡El estímulo para aquellos quienes sufren y tienen esperanzas allí!

 

¿Messerschmitts, fuego antiaéreo, globos? Hubiéramos salido adelante de alguna forma. El regreso hubiera sido difícil, la pequeña cantidad de combustible en un avión caza, que no permitía vuelos largos, nos hubiera obligado regresar por la vía más corta, lo que hubiera representado encontrarse con la oposición más fuerte de los escuadrones Boche.

 

Habíamos ponderado todo, anticipado todo, previsto todo. Aceptamos los riesgos, siempre que las cosas resultaran. Uno de nosotros fue al Ministerio del Aire y vio a gente de alto rango que no sólo aprobó intensamente sino también colocó la idea en los brazos técnicos. Spitfire V del último modelo serían modificados especialmente: tanques de combustible más grandes, armamento más pequeño, productores de humo, etc. Estaban casi listos e iban a ser probados… entonces nos enteramos, para nuestra gran consternación, que el Mariscal del Aire Sholto Douglas no nos dejaría ir.

Si deseas saber más, lee “The Mouchotte Diaries” [Los diarios de Mouchotte], editado por André Dezarrois.

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