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Hess es interrogado

El duque de Hamilton, nombrado por Rudolf Hess como el hombre por el cual voló a Escocia para negociar la paz con Inglaterra, llegó a Londres para informar de la sorpresiva llegada del segundo de Hitler, el Sr. Ivone Kirkpatrick, fue quien se encargó de los interrogatorios.

El “Asunto Hess” estaba siendo motivo de mucha atención en todos los círculos. Los aliados estaban aprovechando la noticia como un instrumento de propaganda, señalando disensión en las filas del partido nazi, entre las fuerzas del Eje se cuestionaba si Hitler respetaría los acuerdos del Pacto Tripartito.

 

Sir Alexander Cadogan, el subsecretario permanente de la Oficina de Asuntos Exteriores británica, estuvo estrechamente involucrado en los interrogatorios de Rudolf Hess en Inglaterra. Su diario refleja lo vertiginoso de las decisiones que se estaban haciendo:

Lunes, 12 de mayo

 

(Escribiendo la noche del 13) En todos los años que he mantenido este diario bestial nunca había estado tan fuertemente presionado. Principalmente debido a Hess, quien ha tomado todo mi tiempo y estoy atrasado 48 horas con trabajo. Converso con A. [Eden] y el Duque de Hamilton, ¡quien dice que es Hess! Envié por ‘C’ y le consulté sobre enviar a I. K[irkpatrick] para ‘evaluar’ al piloto. Estuvo de acuerdo. Contacté a I. K. alrededor de la 1:15 y le di sus instrucciones. Reunión con A. e I. K. a las 3:15. El Duque llegó a las 4. Los metimos en un avión a las 5:30 desde Hendon. Gabinete 6. ‘Tigre’ [convoy a Malta] arribó bien con la pérdida de un barco… A las 9:00 la radio repitió el anuncio alemán sobre Hess. Eden llamó. Me encontré con él en la O.A.E. a las 10:45. Tengo el texto del anuncio alemán… Fuimos a ver al P.M. [Primer Ministro] en C[uarto] del G[abinete] de G[uerra]. Él ya tenía el texto de un anuncio, que incluía el comentario que H. había llegado aquí ‘en nombre de la humanidad’. Esto no lo hará –parece una oferta de paz- y quizá deseáramos ir por la línea que ha reñido con Hitler.

Si quieres saber más, lee “The Diaries of Sir Alexander Cadogan 1938-1945” [Los diarios de sir Alexander Cadogan], editado por David Dilks.

 

El informe de la Oficina de Asuntos Exteriores británica describe los hechos durante los primeros interrogatorios al Jefe del Partido Nazi, Rudolf Hess, después de su llegada sorpresa a Gran Bretaña el 10 de mayo de 1941:

El señor Kirkpatrick del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien durante el período de sus funciones oficiales en Berlín antes de la guerra había conocido a Hess, fue trasladado de inmediato a Escocia para identificar al prisionero. Tuvo tres entrevistas, los días 13, 14 y 15 de mayo. En la primera de ellas se confirmó que el prisionero era Rudolf Hess.

 

Durante estas entrevistas Hess desarrolló más detalladamente el objeto de su visita. Hizo hincapié en el enorme poder de Alemania en el aire y en submarinos, estos últimos, dijo, aumentarían mucho más. Afirmó que la derrota de Inglaterra por bloqueo era certera, si no muy rápida, en el curso de dos o tres años.

 

El expresó su horror ante la perspectiva de la prolongación de la lucha. Había venido, dijo, sin el conocimiento del Führer para convencer a las personas responsables de que, puesto que Inglaterra no podía ganar, lo más prudente era hacer la paz de inmediato.

 

Dio su palabra de honor de que el Führer nunca había animado diseño alguno contra el Imperio Británico, ni tenido alguna vez aspiraciones de dominar el mundo. El Führer se arrepentiría sinceramente del colapso del Imperio Británico. Hitler le había declarado a él en fechas tan recientes como el 3 de mayo, que no tenía demandas opresivas que formular contra Inglaterra.

 

La solución que Hess presentó fue la siguiente:

 

(i) que a Alemania debe dársele mano libre en Europa.

(ii) que Inglaterra debe tener mano libre en el Imperio Británico, excepto aquellas colonias que eran alemanas deban ser devueltas a Alemania.

(iii) que Rusia debería ser incluida en Asia, pero que Alemania tenía ciertas demandas para hacer a Rusia, que tendrían que ser satisfechas ya sea por vía de negociación o como resultado de la guerra. Sin embargo, no eran verdad los rumores de que el Führer contemplaba un ataque prematuro en Rusia.

(iv) que los británicos deben evacuar Irak.

(v) El acuerdo de paz tendría que contener una disposición para la indemnización recíproca de ciudadanos británicos y alemanes, cuyas propiedades habían sido expropiadas como resultado de la guerra.

(vi) La propuesta sólo podría considerarse en el entendimiento de que se negoció por Alemania con un gobierno inglés distinto del actual gobierno británico. El Sr. Churchill, que había planeado la guerra desde 1936, y sus colegas, que se habían prestado a esta política de guerra, no eran personas con las que el Führer negociaría.

 

Hess concluyó destacando que el Führer realmente deseaba un entendimiento permanente con Gran Bretaña sobre una base que conservara intacto el Imperio Británico. Su propio vuelo tenía la intención de dar a Gran Bretaña la oportunidad de abrir conversaciones sin pérdida de prestigio. Si esta oportunidad fuera rechazada sería el deber del Führer destruir completamente a la Gran Bretaña y mantener al país después de la guerra en un estado de sometimiento permanente.

 

Estos llamados ‘términos’, fueron reafirmados por Hess en un documento firmado con fecha 10 de junio. El único punto nuevo hecho en este documento era la disposición de que un armisticio simultáneo y la paz deberían ser concluidos con Italia.

 

FSe le dejó claro a Hess, a lo largo de todo, que no había duda alguna sobre que no había ningún tipo de conversaciones o negociaciones teniendo lugar con Hitler o su gobierno.

 

Hess se ha tratado como un prisionero de guerra desde su llegada a este país y así seguirá siendo tratado hasta el final de la guerra.

Si quieres saber más, busca la referencia de catálogo FO 371/34484 en los Archivos Nacionales británicos.

Karl Haushofer, el profesor de geopolítica de Rudolf Hess (a la derecha), circa 1920. Haushofer convenció a Hess que debía establecer contacto con el Duque de Hamilton debido a la visión pacifista de este último, su cercanía con el círculo de poder británico y el hecho de que era un crítico de la política de Churchill.

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