Un oficial de las SS pasa un día en las cámaras de gas
Judíos son forzados en vagones destinados al campo de exterminio de Belzec, en Lublin, Polonia, 1942.
Kurt Gerstein había sido encarcelado por los nazis antes de la guerra a causa de sus convicciones religiosas y puntos de vista anti-nazis. En 1941, Gerstein logró enlistarse en las filas de las SS con el fin de investigar los campos de exterminio de eutanasia (un programa conocido como T4). Rápidamente ascendió en las filas de las SS por su educación y su formación científica.
En agosto de 1942, el SS-Obersturmführer Kurt Gerstein estaba en una gira de inspección de los campos de exterminio, en su calidad de Inspector de Higiene para las SS. Él estaba siendo consultado sobre los métodos que debían ser utilizados para desinfectar las grandes cantidades de ropa llegando a manos de los nazis. Con ello, ahora tenía la oportunidad de ver de primera mano el trabajo en Belzec, Treblinka y Majdanek.
Tan pronto como la guerra concluyó, Kurt Gerstein completó un largo relato de lo que había presenciado como testigo para los aliados, en lo que hoy se conoce como “El Reporte Gerstein”. La evidencia fue aceptada en los juicios de Núremberg por crímenes de guerra y fue corroborada por otros testigos:
18 de agosto de 1942
Belzec
A la mañana siguiente, poco antes de las 7 AM, alguien me anunció: “¡En diez minutos, vendrá el primer transporte!” Efectivamente el primer tren llegó después de algunos minutos, desde la dirección de Lemberg. 45 vagones con 6,700 personas de las cuales 1,450 ya estaban muertas a su llegada. Detrás de las puertas con barrotes se asomaban tanto niños, así como hombres y mujeres, terriblemente pálidos y nerviosos, con los ojos llenos de miedo a la muerte. El tren entra: 200 ucranianos abrieron las puertas y azotaron a la gente fuera de los vagones con sus látigos de cuero.
Las personas fueron forzadas a desnudarse y retacadas en las cámaras de gas:
La gente se paraba en los pies de los demás. Unas 700-800 personas en un área de veinticinco metros cuadrados, ¡en cuarenta y cinco metros cúbicos! Los SS literalmente los metieron tan juntos como fuera posible. Las puertas se cierran. Mientras tanto los otros están esperando afuera, desnudos, al aire libre.
Alguien me dijo: “Esto ocurre también en el invierno”. –“Sí, pero así podrían morir”, le dije. –“Bueno, eso es exactamente para lo que están allí”, me comentó un hombre de las SS.
Finalmente ahora entiendo por qué toda la institución está llamada la Fundación Hackenholt. Hackenholt es el controlador del motor diésel, un pequeño mecánico que diseñó la instalación. Los gases de escape de los motores diésel están destinados para matar a esa gente. ¡Pero el motor no está funcionando! Llega el Hauptmann [capitán] Wirth.
Puede verse que él está avergonzado de que sucediera precisamente hoy, cuando estoy aquí. ¡Pues sí, allí estoy viendo! Espero. Mi cronómetro ha registrado todo fielmente. 50 minutos, 70 minutos [sic], ¡el motor todavía no ha podido encenderse! Las personas están esperando en su cámara de gas. En vano. Puedes oírlos llorar, sollozando... Hauptmann Wirth golpea al ucraniano que se supone debe ayudar al Unterscharführer con el motor, doce o trece veces en la cara con su fusta.
Después de dos horas, cuarenta y nueve minutos -el cronómetro lo ha registrado todo- el motor diésel arranca. Durante todo este tiempo la gente ha estado dentro de las cuatro cámaras, ¡cuatro lotes de 750 personas en cuatro lotes de cuarenta y cinco metros cúbicos! Pasaron otros veinticinco minutos más. Claro, muchos han muerto ya. Uno puede observar a través de la pequeña ventana como la luz eléctrica ilumina las cámaras por un momento. Después de veintiocho minutos, sólo unos pocos siguen con vida. Finalmente, después de treinta y dos minutos, ¡todos están muertos!
Si deseas saber más, lee el Reporte Gerstein.
Lorenz Hachenholt operaba las cámaras de gas en el campo de exterminio de Belzec.
Christian Wirth, comandante del campo de exterminio de Belzec.
Kurt Gerstein fue testigo de los asesinatos en masa en los campos de exterminio nazi de Belzec y Treblinka. Brindó información al diplomático sueco Göran von Otter, así como a los miembros de la Iglesia Católica Romana con contactos con el Papa Pío XII, en un esfuerzo para informar a la opinión pública internacional sobre el Holocausto. En 1945, después de su rendición, escribió el Reporte Gerstein cubriendo su experiencia del Holocausto. Murió en un supuesto suicidio, mientras que se encontraba bajo custodia francesa. En la imagen, el retrato de Kurt Gerstein.
En 2010, un grupo de estudiantes de cine de la Universidad de Emory en Atlanta, Georgia, produjo un cortometraje titulado “El Reporte Gerstein” mismo que realiza una crónica de los acontecimientos que condujeron a la muerte el teniente Gerstein. La película ganó Mejor Drama en la Gran Final del Campus Internacional MovieFest del 2010.
Quizá la más famosa aparición de Kurt Gertein en el mundo cinematográfico es en la película “Amén”, del director griego Costa Gavras; aunque el filme está basado mayormente en la obra “Der Stellvertreter. Ein christliches Trauerspiel” [El Vicario. Una tragedia cristiana], de Rolf Hochhuth, la misma hace referencia al informe de Gerstein.