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Sospechas de reasentamiento en el gueto de Varsovia

La entrada al gueto de Varsovia en la calle Nalewki con su puesto de guardia, fotografiado desde el “lado ario”.

Cerca de 800 personas eran enviadas diariamente a cada uno de los campos de exterminio en Polonia. Los nazis estaban llegando a la última fase de la llamada ‘Solución Final’: el asesinato masivo de judíos por medio de gas venenoso.

 

En lugares como Chelmno, se mantenía una ficción hasta el final del trayecto de las personas que estaban siendo “evacuadas”. A los judíos que llegaban al campo se les decía que serían trasladados a campos de trabajo en Austria, pero antes del viaje debían ser desinfectados y tomar duchas. Sus ropas y pertenencias eran recogidas con un número aparentemente registrado a su nombre. Dichas pertenencias eran posteriormente clasificadas e inventariadas para beneficio de los nazis.

 

Al inicio de esta etapa, las víctimas eran conducidas a lugares marcados con señales indicando “Baño”. Sólo entonces los guardias se tornaban agresivos, obligándolos a correr por los pasillos sin detenerse a pensar. Los corredores conducían a rampas y éstas a su vez llevaban a la parte trasera de camiones. Cuando treintenas de personas habían llenado los camiones, las puertas herméticas se cerraban de golpe, los escapes se conectaban a los interiores sellados de los vehículos y los motores se ponían en marcha. Una vez que el grupo había muerto por asfixia o envenenamiento por el monóxido de carbono, los cadáveres eran llevados a fosas preparadas en los bosques cercanos para su entierro masivo.

 

Las sospechas de reasentamiento en los diversos guetos comenzaban a incrementarse, aunque para muchos significaba encontrar algo mejor que la terrible existencia en los guetos, por tanto, las deportaciones se desarrollaban de una manera relativamente ordenada. Adam Czerniakow, líder del Judenrat en el gueto de Varsovia, escribió sobre el tema:

19 de enero de 1942

 

Helando. En la mañana en la Comunidad. El taller de la Comunidad (15 peleteros), fabricando abrigos de piel de oveja en conexión con la posible liberación de los prisioneros de la prisión judía, está muy atareado.

 

Por órdenes del Kommisar, una comisión médica (7 especialistas) examinó, en la cárcel judía, a los prisioneros bajo la jurisdicción del Sondergericht [Corte Especial] que fueron arrestados por abandonar el gueto. Este grupo se estima incluye 443 hombres (de los cuales 121 son chicos). Hay 213 menores de ambos sexos (incluyendo los 121 chicos); respecto de eso 213, se han dado a Auerswald solicitudes para liberación por el superintendente de la prisión para ser remitidas a la oficina del fiscal. Doscientos cincuenta adultos fueron examinados; 54 fueron considerados aptos para el trabajo. Como algunos de ellos sufrían de sarna, nos fueron dadas órdenes para que fueran curados para el 23 de enero. En ese día, ellos serán trasladados. Debemos proporcionar la ropa necesaria para ellos.

 

He escuchado que Auerswald ha sido convocado a Berlín. No puedo despojarme de la temerosa sospecha que los judíos de Varsovia puedan ser amenazados con un reasentamiento masivo.

Si deseas saber más, lee “The Warsaw Diary of Adam Czerniakow” [El diario de Varsovia de Adam Czerniakow], editado por Raul Hilberg, Stanislaw Staron y Josef Kermisz.

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