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Los alemanes abandonan Bardia

Tropas británicas inspeccionan tanques Panzerzkampfwagen III abandonados cerca de Sidi Rezegh, durante la Operación Cruzado.

Los británicos habían emprendido la Operación Crusader [Cruzada] a lo largo de un amplio frente con 1,000 tanques y 100,000 soldados. El objetivo era avanzar a Cirenaica y hacia Trípoli. Para el 19 de noviembre los alemanes reconocieron que los británicos habían lanzado su ofensiva de invierno, después de que inicialmente pensaron que sólo se trataba de una fuerza de reconocimiento.

 

Durante la noche del 19 de noviembre, el reforzado Regimiento Panzer 5, con 120 tanques, se encontró con fuerzas enemigas al noreste de Gabr Saleh mientras avanzaba como el grupo de batalla de la 21ª División Blindada. Para esa tarde, los británicos habían sido rechazados, perdiendo 23 tanques contra sólo tres alemanes.

 

A pesar de estas derrotas, en general, el numeroso contingente de fuerzas británicas estaba logrando avanzar hacia sus objetivos. Hans-Joachim Schraepler, adjunto de Rommel, escribió a su esposa sobre la nueva ofensiva británica y los apresurados esfuerzos por movilizar el cuartel general fuera de Bardia:

19 de noviembre de 1941

 

Tan pronto como nos habíamos instalado para una pequeña cena temprana en la gruta del teniente Albrecht, después de un coctel y habiendo terminado un delicioso entremés, fuimos informados acerca de un ataque sobre nosotros por los ingleses. Tuvimos que abandonar todo y regresar a alta velocidad al cuartel.

 

Así de repente, la guerra había regresado.

 

Es demasiado temprano para darte detalles. Pero seguro: los ingleses serán rechazados de nueva cuenta.

 

Es importante que el cuartel general se movilice fuera de Bardia tan pronto como sea posible. No te imaginas las dificultades que se acumulan. E incluso ahora, no todo está al nivel al que debería estar. Todo, sin distinción, cualquier cosa que se haya instalado por sí mismos en Bardia, wadis y tajos por secciones, oficiales o tropas como en tiempo de paz. ¡Es incomprensible! ¡Cuántas veces dije que el Estado Mayor debía estar listo para movilizarse en cualquier momento! Aunque tuvimos suerte, porque dejábamos regularmente Bardia por la noche. De esa manera, pudimos reparar algunas averías. Es realmente desafortunado que el muy capaz general de Bardia estuviera de licencia y su representante fuera tan incompetente. Muchos vehículos permanecieron en los talleres y muchas otras cosas fueron descubiertas. Adicionalmente, algunos oficiales recién llegados sin ninguna experiencia han complicado la tarea.

 

Si los ingleses se hubieran movilizado ayer, hubieran podido capturar la mitad del personal. Pero no lo han hecho. Un prisionero nos dijo detalles increíbles. El coronel Bayerlein lo ha interrogado dos veces. La situación es tal que puede cambiar cada cinco minutos.

 

Crüwell se ha ido al frente. Me hubiera gustado ir con él, pero tenía que hacerme cargo del grupo aquí. Bayerlein quería que estuviera aquí.

 

Veremos más claro para el mediodía, al momento en que Crüwell regrese de sus conversaciones con el Panzergruppe.

 

Es seguro que los ingleses iniciaron este ataque para distraer nuestra atención de Tobruk. Rommel, de regreso desde ayer por la tarde, tuvo una grata sorpresa.

 

Ayer no dejó de llover. El desierto se ha convertido en un terreno difícil de usar, los vehículos se están atascando. La lluvia no es absorbida por el suelo. Hay charcos por doquier. Los valles están inundados. Al oeste de Tobruk, el puente fue arrastrado. Los almacenes y la cantina fueron gravemente dañados. Nuestros aviones tampoco pueden despegar. El suelo se ha vuelto demasiado suave, está anegado. Aviones ingleses vinieron por la noche. Seguramente han mejorado las pistas en Egipto.

 

 

Nuestros oficiales y otros han aprendido a nadar en sus wadis de la noche a la mañana. Sus maletines han sido arrastrados por la lluvia, y cosas así. Confusión por todas partes. Recibí tres de tus cartas, empapadas, pero aún legibles.

 

Estamos en una región terrible. ¡Sólo puedo repetirlo!

 

Los eventos de hoy fueron diferentes de aquellos todavía imaginados ayer. No te preocupes por la posibilidad de demorar mi licencia para salir. Por el momento, no hay razón para ello. Los ingleses abandonarán de nuevo el campo y el programa proseguirá como estaba planeado.

 

Crüwell y Bayerlein son geniales: calmados, objetivos y bondadosos. No te preocupes si algún día no puedes recibir mis cartas. Sólo significa que no he encontrado una forma de escribir y enviártelas.

Si deseas saber más, lee “At Rommel’s Side: The Lost Letters of Hans-Joachim Schraepler”, editado por Hans-Albrecht Schraepler.

Tropas de las Compañías A y B del 19º Batallón pasan a un lado un tanque del 4º Regimiento Real Blindado avanzando para enlazarse con la 6ª Brigada, el 27 de noviembre de 1941.

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