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Comienzan las obras del ferrocarril Birmania-Siam

Prisioneros de guerra estadounidenses colocando las vías del ferrocarril de Burma-Siam (Au

Prisioneros de guerra estadounidenses colocando las vías del ferrocarril de Burma-Siam (Australian War Memorial)

El Dr. Robert Hardie había sido un oficial médico de la Fuerza de Voluntarios de los Estados Federados Malayos -una fuerza de reserva similar al Ejército Territorial británico-. Junto con miles de personas, él había sido capturado en Singapur e internado en Changi. Ahora los japoneses tenían la intención de utilizar los prisioneros de guerra británicos como mano de obra para sus propios fines. Hardie era parte de un grupo de avanzada enviado a través de Malasia a las junglas de Siam (actualmente Tailandia). Ellos serían utilizados para construir el ferrocarril Birmania-Siam.

 

Hardie llevó un diario de los acontecimientos en los diversos campos a los que fue enviado, un documento que se las arregló para mantener oculto de los japoneses durante la guerra. Aquí describe las dificultades que enfrentó con la creación del campo Kanburi, donde muchos hombres estaban enfermos, incluso antes de empezar el trabajo:

20 de octubre de 1942

 

Se han excavado suficientes letrinas. Aún no se ha terminado una nueva cocina y la cocción en el campo de casi 1,000 hombres se está haciendo sobre fuegos de picnic -no es una tarea fácil-.

 

El agua apropiada para cocinar y beber es totalmente inadecuada: nuestra única fuente de agua es el río, que es extremadamente fangoso. No sólo es necesaria la esterilización si el agua es para beberse -y estamos dolorosamente cortos de recipientes para hervirla y tenemos poco material de cloración- sino que también es esencial eliminar la gran cantidad de arena suspendida en el agua antes de usarla para cocinar.

 

Pero hasta ahora sólo tenemos un filtro, una caja de madera del tamaño de una cómoda de cajones, cubierta de acuerdo con el plan elaborado por Nobusawa [el intérprete japonés quien era su principal punto de enlace]. Este plan consiste en poner las hojas de palma en el fondo, luego arena y, en la parte superior, piedras y luego piedras más grandes. Las hojas de palma en la parte inferior se han podrido y además de no tener prácticamente ninguna acción de filtrado, la caja proporciona agua que huele a grifo podrido.

 

Sin embargo, tenemos el permiso para construir una caja para ser llenada de acuerdo con nuestras propias ideas.

 

No hay ningún tipo de valla alrededor del campo hasta ahora y todavía se puede escabullir para pasear por los campos circundantes cuando se tiene tiempo libre. No he tenido mucho de ese últimamente, ya que estoy muy ocupado con el hospital de aquí, que estoy administrando con Duncan Black.

Tenemos alojamiento solamente en la pequeña choza que originalmente yo había construido en el campo del equipo de avanzada y en el fin de una de las chozas terminadas. Sólo podemos acomodar 20 o 30 casos de hospital en la actualidad, entre 200 y 300 hombres que no pueden trabajar debido a la enfermedad (principalmente la malaria y problemas de la piel), tienen que permanecer en sus lugares para dormir.

 

Me paso una gran cantidad de tiempo tratando de conseguir suministros médicos de los japoneses -tan difícil como sacar sangre de las piedras-. Nobusawa profesa que casi no tienen suministros para nosotros y no tenemos prácticamente ningún apósito para nuestros casos de piel. Una lata o dos de tabletas de quinina, la mitad de una botella de alcohol, una o dos vendas, tres cuencos de lavado, un par de cubetas y una barra de jabón constituye el ‘equipo hospitalario’ en un campo de casi un millar de hombres.

 

Los japoneses están construyendo sus oficinas y dormitorios con madera cuadrada, pero ni siquiera nos dan suficientes tablas para hacer una tapa para el filtro. Cuando el equipo principal llegó y fue necesario que 300-400 hombres durmieran en el suelo (la mayoría al aire libre), los japoneses le proporcionaron a un número de ellos a serie de esteras hechas con tiras de bambú o hierba para yacer sobre ellas. Ahora han recogido todas estas esteras de nuevo para usarlas para paredes y divisiones en sus propias oficinas.

 

De la misma manera que en el pequeño campo de avanzada, ya que sólo había un recipiente de 6 galones para todos nosotros para hervir el agua o el té para beber, nos dieron, bajo presión, un tambor de 40 galones de hierro que pareció resolver nuestro problema. Pero al día siguiente fue tomado de la cocina por el sargento japonés, que lo utilizó para hacer un calentador de agua para su baño.

 

Retienen prácticamente todos los suministros médicos y materiales para promover la higiene y aun así se quejan continuamente de la gran cantidad de enfermos y lo atribuyen a nuestra incompetencia y “mal espíritu”.

Si deseas saber más, lee “The Burma-Siam Railway: The Secret Diary of Dr. Robert Hardie, 1942-45” [El ferrocarril de Birmania-Siam: El Diario Secreto del Dr. Robert Hardie, 1942-45].

El dibujo de Robert Hardie de la vista desde el campo Kanburi, fue a través de este terren

El dibujo de Robert Hardie de la vista desde el campo Kanburi, fue a través de este terreno que el ferrocarril de Birmania-Siam fue construido.

Prisioneros de guerra considerados aptos para la labor de colocación de las vías del ferro

Prisioneros de guerra considerados aptos para la labor de colocación de las vías del ferrocarril Birmania-Siam por parte de sus captores japoneses.

El ferrocarril de Birmania-Siam, también conocido como el Ferrocarril de la Muerte, constr

El ferrocarril de Birmania-Siam, también conocido como el Ferrocarril de la Muerte, construido en lo que hoy es Myanmar y Tailandia. Tenía 415 kilómetros de largo y se extendía entre las ciudades de Bangkok, Tailandia, y Rangún, Birmania (ahora Yangon, Myanmar), con el objeto de apoyar las fuerzas del Imperio de Japón durante la campaña de Birmania en la Segunda Guerra Mundial. Alrededor de 100,000 trabajadores asiáticos y 60,000 prisioneros de guerra aliados trabajaron en el ferrocarril; de ellos, 90,000 eran asiáticos (principalmente romusha) y 16,000 prisioneros de guerra británicos murieron como resultado directo del proyecto. Los prisioneros de guerra muertos incluyen 6,318 militares británicos; 2,815 australianos, 2,490 holandeses, unos 356 estadounidenses y un número más pequeño de los canadienses y neozelandeses

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