top of page

La lucha por sobrevivir en el Ferrocarril de la Muerte

El trabajo brutal en la línea de ferrocarril Burma-Siam, de unos 415 kilómetros, comenzó e

El trabajo brutal en la línea de ferrocarril Burma-Siam, de unos 415 kilómetros, comenzó el 16 de septiembre de 1942 y terminó 16 meses más tarde, en 1944. Dieciséis mil prisioneros de guerra y unos 100,000 trabajadores forzados procedentes de Tailandia; Romushas de Indonesia, Birmania y Malasia murieron de agotamiento, enfermedad y malnutrición.

En el ferrocarril de Birmania-Siam, donde los japoneses obligaban a los prisioneros de guerra británicos y australianos a construir la ruta de transporte que les permitiría invadir India, las condiciones habían empeorado progresivamente.

 

El Dr. Robert Hardie estaba haciendo todo lo posible para proporcionar algún tipo de atención a los enfermos más graves, aunque señala que no había lugar en el “hospital” para muchos hombres que sufrían de fiebre palúdica o malaria. El registraría todo tipo de eventos terribles con un estilo sencillo y objetivo:

21 de diciembre de 1942

Ha habido una gran cantidad de ansiedad y dificultad sobre los casos de difteria. Por supuesto que hemos estado presionando constantemente a los japoneses por la antitoxina -Duncan Black y Max Pemberton han tenido entrevistas interminables con Nobusawa-.

Al principio no puso en duda que eran casos de difteria, pero él dijo que no tenía ninguna antitoxina y, como Tailandia estaba tan atrasado, no podía conseguir ninguna. Esto es obviamente una tontería -hay un famoso Instituto Pasteur en Bangkok, no muy lejos-.

Pero Nobusawa claramente no iba a molestarse por ello. Varios oficiales y hombres murieron de difteria durante este período y, finalmente, después de una presión continua, Nobusawa nos pidió que tomáramos muestras de la garganta de todos los casos, diciendo que si eran positivos trataría de conseguir un poco de antitoxina.

Los hisopos con las muestras le fueron llevados en un par de horas. Por seis días ahora le hemos estado preguntando por los resultados, pero no obtenemos información alguna -se supone que los hisopos fueron enviados a un laboratorio de campo japonés en Kanburi-.

Mientras tanto, él realmente nos ha dado 12,500 unidades de antitoxina -lo suficiente para tal vez uno de los casos, en condiciones civilizadas-. Nobusawa dice que, en el futuro, serán los propios japoneses los que tomen las muestras en el futuro.

Afortunadamente el número de nuevos casos está disminuyendo. Nobusawa se negó a hacer nada por dos días enteros, mas que pescar en el río; tuvimos que ir a la ribera para hacer declaraciones. Sentado en cuclillas allí, con su caña de pescar, nos hacía señas para que nos alejáramos, diciendo: “vacaciones, vacaciones”. No hizo ningún intento por hacer nada en absoluto, ni siquiera ser civilizado.

Otra crisis que causó algo de trastornos era la cuestión sobre los oficiales trabajando en la línea de ferrocarril. Los japoneses finalmente dijeron que tenían que trabajar y que iban a utilizar medidas extremas para lograr el cumplimiento de esta orden.

(El coronel Yanagida, el comandante del campo japonés, había dejado discretamente el campo unos días antes, dejando a cargo a Osato, presumiblemente con sus instrucciones). Hicieron desfilar a los oficiales en la mañana y llamó a un equipo japonés armado, que se alineó, cargaron sus fusiles y se mantuvieron listos.

Nuestros oficiales superiores decidieron obedecer y creo que la gran mayoría de los oficiales en cuestión estaban de acuerdo con esta decisión. En realidad, no parecía valer la pena cometer suicidio sobre este asunto.

Eventualmente los japoneses afirmaron que su análisis de los hisopos no mostró evidencia de difteria, ni tampoco obtuvieron un resultado de pruebas por separado cuando se produjo un brote de disentería. Ellos se basaron en esto para reforzar su negativa para proporcionar algún medicamento, a pesar del hecho que los hombres seguían muriendo.

Si deseas saber más, lee “The Burma Siam Railway” [El ferrocarril de Birmania Siam], del Dr. Robert Hardie.

La Fuerza H saliendo para el ferrocarril de Birmania-Tailandia..jpg

La Fuerza H saliendo para el ferrocarril de Birmania-Tailandia.

Hay pocas imágenes disponibles para ilustrar los campos de prisioneros japoneses. Esta imagen es un dibujo de la prisión de Changi en Singapur, por Des Bettany, que se presenta con el amable permiso de Keith Bettany. Si deseas ver más de las obras de Des Bettany, visita su exhibición en línea en http://changipowart.com.

El dibujo del Dr. Robert Hardie de la vista desde el campo de prisioneros de guerra de Kan

El dibujo del Dr. Robert Hardie de la vista desde el campo de prisioneros de guerra de Kanburi, fue a través de este terreno que se construyó el ferrocarril de Burma-Siam.

bottom of page