top of page

Rescate heroico en el HMNZS Achilles en llamas

Los fogoneros trabajaban en las profundidades de la nave y se exponían a muchos peligros,

Los fogoneros trabajaban en las profundidades de la nave y se exponían a muchos peligros, incluso cuando no estaba en acción. En la imagen un fogonero limpiando dentro de la caldera del crucero HMS Curazao en Rosyth. El interior de la caldera es de 1.2 metros de diámetro y 3.6 metros de largo.

El crucero HMNZS Achilles [Aquiles] había ganado fama en diciembre de 1939 por su participación en la Batalla del Río de la Plata. Esta fue la primera acción naval entre buques de superficie de la guerra y generó enormes cantidades de publicidad en todo el mundo, en un momento en el que había muy poco sucediendo en la guerra.

De vuelta en Gran Bretaña, en junio de 1943, la tripulación del Achilles debería haber estado disfrutando de su tiempo en el puerto cuando el barco sufrió una modificación. En su lugar, la tragedia acaeció cuando se produjo una explosión en un depósito de combustible. Un neozelandés se haría de fama ese día. Sin embargo, su asociación con el HMNZS Achilles no podía ser revelado en el momento por razones de seguridad en tiempos de guerra:

El Achilles estuvo más de catorce meses en el astillero de Portsmouth reacondicionándose y rearmándose. El 22 de junio de 1943, una violenta explosión se produjo en uno de sus principales depósitos de combustible, matando e hiriendo a muchos astilleros y causando considerables daños estructurales a la nave. El tanque había sido vaciado y limpiado en abril y los obreros estaban fabricando moldes en la fase preparatoria del tanque de combustible de doble fondo para erigir dos mamparos en el compartimiento.

Catorce trabajadores murieron y muchas otros resultaron heridos por la explosión, doce fueron enviados al hospital. El depósito de combustible en el que se produjo la explosión y otros tres compartimentos fueron casi completamente destruidos. Una serie de mamparos se derrumbó o se distorsionaron bastante por la explosión. La cubierta superior fue volada seis o siete pies hacia arriba, la cubierta de la plataforma fue arrancada del lado de la nave y el forro exterior se abombó hacia el exterior en un área de unos treinta pies por diez pies. Un número de puertas herméticas fueron voladas de sus marcos.

Además de aquellos muertos, un número considerable de trabajadores, heridos o aturdidos, quedaron atrapados en los compartimientos averiados. Fueron rescatados por miembros de la tripulación auxiliados de otros trabajadores. El humo denso en un principio impidió el acceso al lugar de los daños. Dos marineros equipados con equipo de respiración trataron de llegar a través de la cubierta del comedor de los fogoneros, pero fueron avasallados por el humo y uno tenía que ser halado por medio de una cuerda de seguridad. El humo fue finalmente disuelto por agua pulverizada.

Unos diez o doce astilleros debían sus vidas a la iniciativa y el valor frío de tres marineros quienes, sin importar su propia seguridad, fueron abajo y trabajaron hasta el límite de su resistencia. Eran el fogonero primera clase William Dale, de la RNZNVR, que posteriormente fue galardonado con la Medalla Albert; el artífice de la sala de máquinas William Vaughan, de la RN, y el fogonero de primera clase Ernest Valentine, de la RNZNVR, quien fuera mencionado en despachos.

Viendo que todos los aparatos de humo estaban en uso por otros, el fogonero Dale ató un pañuelo sobre su boca e hizo un descenso difícil a través de tres cubiertas en un espacio lleno de humo. El compartimiento estaba gravemente colapsado, pero en la oscuridad su condición era bastante desconocida para Dale. Sin vacilar, se puso a trabajar y subió a cuatro hombres heridos que se encontraban en diversas etapas de colapso. Ellos posteriormente afirmaron que no podrían haber salido sin ayuda.

Habiendo “salido a la superficie por un breve respiro”, Dale luego bajó al depósito de combustible en el que la explosión había tenido lugar. Buscó a tientas su camino en la oscuridad a través de los escombros y el humo denso y con gran dificultad se movió a través de la boca torcida en la parte superior del tanque.

La escalera vertical de acero torcida estaba quedó muy corta de la parte inferior del tanque, pero confió en la suerte y llegó a salvo. Con igual valor, un trabajador del astillero llamado Rogers bajó y ayudó a Dale en el rescate de dos hombres heridos que fueron subidos por cuerdas.

Usando un casco para el humo, Vaughan bajó a un compartimento, la condición del mismo era desconocida, en un intento de rescatar a los hombres que se creía que habían estado trabajando allí. No podía encontrarlos en la oscuridad y el humo denso y, en un estado casi inconsciente, tuvo que ser auxiliado para regresar.

Recuperándose después de un corto período de tiempo, Vaughan fue a la sala de centralita, de la que envió a varios hombres semiconscientes antes de que casi fuera vencido de nuevo por el humo y auxiliado para que regresara a la cubierta superior. En ambas ocasiones, Vaughan fue salvado por la acción enérgica de un muchacho de dieciséis años de edad, llamado Baxter, que había sido limpiador de la caldera. El fogonero Valentine se abrió camino a través del humo y los escombros en un compartimiento gravemente averiado y extrajo a un número de hombres aturdidos. Fue probablemente por esto o por un compartimento adyacente que otros fueron rescatados más tarde por los fogoneros Clarke y Stow y líder de suministro auxiliar Brittain.

Si deseas saber más, visita Official History of New Zealand in the Second World War [La Historia Oficial de Nueva Zelanda en la Segunda Guerra Mundial 1939-1945”].

Dale fue el único neozelandés en la guerra en ser condecorado con la Medalla Albert, que desde 1971 había sido considerada con el mismo rango que la Cruz de San Jorge. La Cruz de San Jorge es el premio de mayor gallardía disponible a la población civil y también se concede a personal militar por actos sobresalientes de valor mientras no se está en acción con el enemigo. Su citación oficial dice lo siguiente:

El REY se siente amablemente complacido en aprobar el siguiente premio: Por su valentía para salvar vidas en el mar: la Medalla Albert. Fogonero Primera Clase Donald William Dale, N/Z.4861 (Timaru, Nueva Zelanda).

Cuando hubo una terrible explosión en su buque en el dique, Dale, como todos los aparatos antihumo estaban en uso, se ató un pañuelo alrededor de su boca y bajó a un compartimento lleno de humo, del cual él ayudó a rescatar a cuatro obreros.

Luego subió para tomar un respiro, tras lo cual pasó a la otra parte de la nave al compartimento en el que la explosión había tenido lugar. Con la ayuda de otro hombre, él aquí rescató a dos trabajadores del astillero, que les permitió llegar a través de una boca de acceso con cuerdas. Para llegar a la escena de la destrucción Dale, que seguía sin aparato, tuvo que buscar a tientas su camino a través del humo y los escombros. La última escalera vertical retorcida por la que se fue se quedó corta de la cubierta inferior. Al oír los gritos de los atrapados, confió en la suerte y saltó. Por suerte la cubierta resultó firme.

 

Aunque desconocía los daños completos que se habían causado al buque, Dale bien sabía que se enfrentaba al peligro más grave.

Si deseas saber más, visita The Gazette, del 19 de noviembre de 1943.

El crucero ligero HMNZS Aquiles visto en 1945..jpg

Una imagen del crucero ligero HMNZS Achilles en 1945, que participara en la persecución del acorazado de bolsillo alemán Graf Spee, en lo que después se conoció como la Batalla del Río de la Plata.

bottom of page