Enfrentando ataques de partisanos soviéticos
Un tren blindado con cañones antiaéreos y artillería operado por los alemanes en los territorios ocupados del Este, en 1942.
La 6ª División Panzer estaba regresando al Frente Oriental después de pasar la mayor parte de 1942 en descanso y recuperación en Francia. El viaje de 4,000 kilómetros era un ejercicio importante por sí mismo, requiriendo setenta y ocho trenes de cincuenta vagones cada uno. Se pusieron en marcha a mediados de noviembre, tomando dos semanas para cruzar toda Europa de oeste a este.
El comandante de división Erhard Raus no estaba preparado para empacar sus tropas y equipos de manera eficiente –él los quería preparados para la acción mientras rodaban por todo el vasto interior de Rusia, donde sabía que estarían bajo el ataque de los partisanos–. Raus describe las medidas para prevenir las arremetidas guerrilleras:
Los partisanos a lo largo de nuestra ruta se encontraron por todas partes con una operación defensiva Los partisanos a lo largo de nuestra ruta se encontraron por todas partes con una operación defensiva bien preparada iniciada abruptamente, no importando si volaban vías o colocaban obstáculos en los rieles. Se habían previsto contramedidas defensivas frente a todas estas posibilidades.
En tramos de la línea de ferrocarril particularmente peligrosos, centinelas entrenados con sus armas listas para disparar (y con granadas de mano también preparadas) estaban colocados en ambos lados y en los extremos de cada vagón.
Los hombres en cada vagón habían sido colocados en las casetas del guardafrenos; de noche, los reflectores entraban en acción cuando era necesario. Sus conos de luz brillaban por ambos lados del tren tan pronto como se realizaba el primer disparo, deslumbrando a los partisanos y haciendo posible que nuestros hombres vieran todos los movimientos y discernir sus intenciones.
Entonces eran derrotados con fuego rápido y granadas de mano. Los frenos se aplicaban y el tren se detenía repentinamente.
Al mismo tiempo, comenzaban medidas activas-agresivas-defensivas. Habíamos practicado esto con los hombres hasta que la respuesta se convirtiera en automática. Mientras que las ametralladoras disparaban desde las casetas del guardafrenos brindando protección, nuestros granaderos rápidamente limpiaban el área a lo largo de los bordes de los bosques, para este momento el tren estaría rodando hacia el Este otra vez.
Se tomaba más tiempo cuando las vías habían sido destruidas, pero esto ocurría principalmente en los puntos en los que era posible repararlos rápidamente, ya que todas las estaciones, puentes y otros objetivos importantes estaban protegidos por centinelas permanentes.
Con el fin de prevenir descarrilamientos y proteger a las locomotoras de posibles daños, los ingenieros conducían a través de las áreas infestadas con partisanos a un ritmo lento, empujando dos o tres vagones por delante de la locomotora. En la mayoría de los casos, los daños técnicos podrían ser eliminados rápidamente por los equipos de ingenieros viajando en las secciones principales de cada tren.
Habíamos provisto a estos ingenieros con las herramientas y equipos adecuados. Durante dichas paradas necesarias para hacerlos trabajar, el tren era asegurado por todos los lados y las patrullas realizaban búsquedas en las inmediaciones.
Por la noche las tripulaciones quitaban las lonas de los tanques y los tenían listos para disparar; esto demostró ser un medio de defensa muy eficaz. Incluimos un gran número de rampas de emergencia a través de los trenes, lo que hacía posible descargar los panzers rápidamente cuando fuese necesario y destinarlos contra grupos partisanos especialmente fuertes.
Con el fin de aumentar la protección para los transportes de artillería (que al enemigo particularmente le gustaba atacar), con frecuencia asignábamos cañones antiaéreos de 20mm, ya que los partisanos tenían un temor devoto de las municiones trazadoras que disparaban.
Si deseas saber más, lee “Panzer Operations: The Eastern Front Memoir of General Raus, 1941-1945” [Operaciones de tanques: la memoria del Frente Oriental del general Raus, 1941-1945], de Erhard Raus.
Una operación anti-partisano siendo dirigida por tropas alemanas en Rusia, a principios de 1942.
El cartel dice: “Yo soy partisano”: las medidas que se llevaron a cabo contra la población local fueron despiadadas en los territorios ocupados en el Este, en 1942.