No hay tiempo para celebraciones
Las tropas siberianas de Zhukov, avanzando entre la nieve durante la batalla de Moscú.
En el frente de Este, los soviéticos estaban alejando a los alemanes cada vez más de la capital rusa. Aunque aún Moscú no estaba totalmente fuera de peligro, las condiciones prevalecientes en el Ejército alemán no permitían mayores ofensivas.
Las unidades alemanas estaban siendo diezmadas al grado que, en algunas de ellas, sólo quedaba un puñado de individuos; algunas compañías y batallones eran casi irreconocibles. Los siberianos estaban atacando a lo largo del frente y las bajas temperaturas también estaban cobrando vidas. Simplemente no había tiempo para celebraciones navideñas.
Will Thomas, un estudiante de filosofía de la Universidad de Königsberg, escribió a su familia acerca de las terribles circunstancias en las que se encontraba su unidad en el área de Rhzev ante los embates soviéticos:
Fiesta de Navidad, noche
Esta es la Navidad que he experimentado. A lo largo del día enfrentamos el asalto enemigo. Tremenda producción. Tanques, contra los cuales no tenemos defensa. La posición entera está en ruinas. Nos arrastramos entre puros escombros. Está frío como el hielo. La compañía está hecha jirones. ¡El teniente Wulfert ha muerto! La noche trajo un poco de descanso... Por la mañana continuará... Ahora esto es sólo la conclusión de la batalla. Durante la noche, parece que ahora estamos atrapados desde todos los lados. Por tanto, nos tenemos que defender simplemente para todos lados, ¡y así se hará ya! ¡Confiaremos en el Altísimo! También soy inseparable de la muerte.
Si deseas saber más, lee “Kriegsbriefe Gefallener Studenten, 1939-1945” [Cartas de guerra de estudiantes caídos, 1939-1945], de Walter Bähr y Hans W. Bähr.
Un soldado alemán capturado durante la batalla de Moscú.