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La Operación Abstención se pone en marcha

Desembarco de tropas australianas en Punta Nifti, en la isla griega de Castellorizo, el 25 de de febrero de 1941.

Entre el 25 y 28 de febrero de 1941, las fuerzas armadas italianas y británicas se enfrentaron en una batalla relativamente menor, sin embargo, de importancia estratégica, sobre la pequeña isla de Kastellorizo. El encuentro fue breve, pero su resultado definió el curso de la guerra, para ambos combatientes en esta región.

 

Tanto para los Aliados como a las potencias del Eje, resultaba de vital importancia mantener la superioridad en el mar Egeo. Las islas del Dodecaneso, principalmente la isla de Rodas, proporcionaría a las fuerzas alemanas e italianas un puesto distante que les otorgaría la posibilidad de emplear una pantalla defensiva para ayudar a mantener en jaque la actividad de los Aliados en el Mediterráneo oriental. Al conservar el dominio en el Egeo, junto con el Mar Adriático y el Mar Tirreno, que en conjunto se extienden como dedos que emanan desde el Mediterráneo hasta el continente europeo; los italianos y los alemanes serían capaces de cercar los intentos aliados que tuvieran la intención de desequilibrar el papel del Eje como “dueños” del continente mediante la utilización de estas “vías marítimas”.

 

Por estas mismas razones de los aliados, en particular, Gran Bretaña, codiciaban estas masas de tierra vitales en el sur del mar Egeo. Por otra parte, una creencia que sostenía el Primer Ministro británico Winston Churchill era que la posesión aliada del Dodecaneso podría marcar el comienzo de beneficios mucho mayores que acabarían en puertos de anclaje y aeródromos; y la conquista tenía el potencial de ofrecer una poderosa declaración política y simbólica a la Turquía neutral, que Churchill esperaba que actuaría como un primer paso en la inducción del país en el redil de los Aliados.

 

Mientras que Churchill soñaba con las posibles consecuencias políticas que podrían tener el aseguramiento del Egeo, sus comandantes militares se centraron en los beneficios estratégicos potenciales que podrían tener en relación con la conducción de la guerra. Un primer paso en la ejecución de su plan consistía en poner un pie en el Dodecaneso que pudiera apoyar más y, presumiblemente, mayores esfuerzos en la región. La Operación Abstención sería la chispa que iniciaría el proceso y la isla de Kastellorizo sería el principal objetivo. Esta pequeña isla serviría como la primera línea en la que se determinarán las aspiraciones en la zona de ambas fuerzas.

 

El 25 de febrero, un oficial australiano del comando de Medio Oriente que participó en la primera oleada de desembarcos recordó lo siguiente:

Es importante señalar que el timonel que nos llevó hasta el punto convenido de desembarco era un marinero del equipo de canotaje de la Armada.

 

Yo estaba con él en la primera lancha mientras que todos los demás nos siguieron con fe ciega en la navegación decidida por un miembro calificado de la Marina.

 

Proseguimos lentamente hasta vislumbrar las formas oscuras de algunos edificios que se materializaron gradualmente en ambos lados y alguien exclamó: ‘¿Dónde diablos estamos ahora? ¡Nos dijeron que la zona de Punta Nifti estaba completamente deshabitada!’

 

Casi inmediatamente escuchamos una advertencia en italiano seguida de una lluvia de balas de armas pequeñas a todo nuestro alrededor.

 

Nuestro timonel del equipo de remo de la Marina, con un aplomo singular que provenía de su largo historial de servicio como marinero, gritó: ‘¡remen a toda velocidad con los remos, cabrones!’

 

Remando con todas nuestras fuerzas nos colocó a una distancia mayor del destructor Decoy.

Si quieres saber más, lee “Struggle for the Middle Sea: The Great Navies at War in the Mediterranean Theater, 1940-1945” [Lucha por el Mar Medio: Las grandes Armadas en guerra en el teatro del Mediterráneo], de Vincent O’Hara.

El puerto de la isla griega de Kastellorizo.

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