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La larga marcha hacia la Unión Soviética

Mujeres ucranianas ofrecen una bebida a un motociclista alemán, en junio de 1941.

El avance de los alemanes y sus blindados había sido tan vertiginoso, que la infantería aún estaba haciendo su camino hacia el frente esperando poder alcanzar a las unidades frontales.

 

Varias unidades del ejército alemán estaban enfrentando dificultades en su camino, pero la devastación que encontraban a su paso era una imagen que se repetía poblado tras poblado. Wilhelm Prüller describe en su diario:

Domingo, 29 de junio de 1941

 

A las 9:30 nos dan órdenes para marchar a las 16:00. Probablemente cruzaremos la frontera entre Alemania y Rusia en Rava Ruska.

 

A las 17:45 vamos a través de Zamosc. Casi hace dos años pasé por aquí con los rusos. Qué curioso es el destino. Ahora estamos sobre el camino a Rava Ruska y es uno de primer nivel. Recuerdo [en 1939] haber notado que era realmente el único camino en buenas condiciones que había visto antes de haber sido tomado prisionero por los polacos. Zolkiev es nuestra siguiente meta.

 

Por la tarde llegaron noticias de nuestros tremendos éxitos: 40,000 prisioneros, 4,107 aviones destruidos, 600 piezas de artillería pesada capturadas. Pero los días venideros traerán todavía mayores números, ya que dos ejércitos rusos han sido cercados.

 

A las 21:30 cruzamos la frontera ruso-alemana del otro lado de Belce. Está oscuro, pero podemos ver las primitivas defensas soviéticas. Sin embargo, entre más lejos avanzábamos, las defensas se iban mejorando. Por ejemplo, está una zanja profunda para tanques y cuando logras cruzarla, hay una planicie igual de larga, que luego desciende directo hacia los rusos, muchos metros. Esta trampa está a la izquierda y derecha del camino, a la derecha varios centenares de metros de largo; a la izquierda se extiende sólo unos 50 metros -lo rusos no llegaron más allá de eso-.

 

Las dos primeras poblaciones se veían muy quemadas, el panorama habitual. Nos pasaron una cantidad de prisioneros: ciertamente no se imaginaron que la guerra terminaría para ellos de esta forma. Ni siquiera nos ven.

 

Avanzamos un metro a la vez. Conducir así es frustrante, especialmente a través de Rava Ruska. A las 2:30 de la mañana, mientras estábamos en Rava Ruska, escuchamos por la radio que el camino de avance es impasable y que debiéramos detenernos y descansar. No es sino hasta las 3:00 de la mañana que por fin me puedo recostar en mi vehículo.

Si quieres saber más, lee “Diary of a German Soldier” [Diario de un soldado alemán], de Wilhelm Prüller.

Grodno fue tomada después de un duro combate el 23 de junio de 1941, en la imgaen tropas alemanas entran en la ciudad en llamas.

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