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¡Moscú está detrás de nosotros!

Durante el otoño de 1941, tropas alemanas batallan para avanzar a lo largo de un camino fangoso cerca de Moscú. Los defensores del Ejército Rojo decididos y las condiciones meteorológicas adversas se combinaron para evitar la captura de la capital soviética.

El 29 de octubre, un irascible Hitler convocó al comandante del Cuarto Ejército, el mariscal de campo von Kluge, a su cuartel general en el Este de Prusia. A su regreso, Kluge informaba que el Führer encontraba imposible de creer las carencias en recursos humanos, dificultades en el suministro y los caminos impasables.

 

Hitler estaba molesto debido a la falta de previsión de sus generales y el hecho de que Moscú todavía no hubiera sido capturada; no podía tolerar el hecho de que el terrible lodazal de otoño y unos defensores rusos batidos habían logrado contener el poderío de la Wehrmacht alemana.

 

Zhukov había reorganizado las defensas de la capital soviética y estaba preparándose para lanzar una contraofensiva. Así, Moscú había ganado un respiro de vital importancia. Los combates eran feroces y crueles. Era una situación desesperada. Boris Baromikyn, un elemento en la 32ª Brigada de Fusileros en el Ejército Rojo, describió la férrea determinación para enfrentar al enemigo:

El lema “¡Moscú está detrás de nosotros!” se hizo una realidad mientras defendíamos la ciudad y el ánimo en nuestros soldados cambió. La opaca resignación fue transformada en un odio feroz hacia los alemanes. Decidimos enfrentar violencia con violencia. Hacia el final de octubre, una vez el enemigo nos expulsó del poblado que estábamos defendiendo y comenzaron a dispararnos. Pero nos reagrupamos y tomamos el poblado de nueva cuenta. Capturamos cinco soldados alemanes y literalmente los despedazamos con nuestras propias manos, nuestros dientes, cualquier cosa -un hombre estaba usando una pata de una mesa para aplastar un cráneo-. Matamos a esos hombres en un arrebato de odio.

Si deseas saber más, lee “The Retreat: Hitler’s First Defeat” [La retirada: la primera derrota de Hitler], de Michael Jones.

El mariscal de campo Günther von Kluge pasa revista a la Legión de Voluntarios franceses de Vichy, 638º Regimiento de Infantería, en la Unión Soviética, en noviembre de 1941.

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