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El Afrika Korps continúa su ofensiva en Cirenaica

Unidades del Afrika Korps, a principios de 1941.

Erwin Rommel y sus Afrika Korps habían reconquistado El Agheila de los británicos y ahora se encontraban a punto de retomar toda el área de Cirenaica, a pesar de que las instrucciones del Alto Mando alemán habían sido para que esperara por mayores elementos hasta mayo de 1941.

 

Sin embargo, la rápida victoria alemana en El Agheila provocó un cambio en la estrategia a pesar de las oposiciones de su aliado italiano, cuyas fuerzas estaban al mando del general Gariboldi, quien increpó a Rommel por no seguir las órdenes que se la habían dado.

 

El 3 de abril de abril Rommel escribió sobre el suceso:

Ya me había hecho a la idea de obtener desde el inicio, en la mayor medida posible, la libertad operacional y táctica y, lo que es más, no tenía la intención de permitir que buenas oportunidades pasaran inadvertidas y fueran desperdiciadas. Como resultado, la conversación se tornó algo acalorada. Expuse mis puntos de vista de forma sencilla y sin equívocos. El general Gariboldi quería obtener autorización de Roma primero. Pero de esa manera se pudieran desperdiciar días; no iba a esperar por ello y dije que tenía la intención de continuar lo que sentía tenía qué hacer en cualquier situación que pudiera surgir. En ese mismo momento, llego una señal –deus ex machina- del Alto Mando alemán, dándome completa libertad de acción, resolviendo el argumento exactamente de la forma en que lo deseaba.

 

El batallón de Von Wechmar se movilizó en Beghazi durante la noche del 3 de abril, entre gran júbilo de la población civil. Los británicos habían prendido fuego a todos sus almacenamientos.

Ese mismo día, Rommel escribió a su esposa:

3 de abril de 1941

 

Queridísima Lu,

 

Hemos estado atacando desde el día 31 con un éxito deslumbrante. Habrá consternación entre nuestros amos en Trípoli y Roma, tal vez en Berlín también. Tomé el riesgo, contra todas las órdenes e instrucciones, porque la oportunidad parecía favorable. No hay duda de que todo va a ser pronunciado bien más adelante y todos dirán que habrían hecho exactamente lo mismo en mi lugar. Ya hemos alcanzado nuestro primer objetivo, que no se suponía que lograramos hasta finales de mayo. Los británicos están echándose unos sobre otros para escapar. Nuestras bajas pequeñas. El botín aún no puede ser estimado. Comprenderás que no puedo dormir por la felicidad.

Si quieres saber más, lee “The Rommel Papers” [Los documentos de Rommel], editado por B. H. Liddell-Hart.

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