El Octavo Ejército británico desembarca en Calabria
Operación Baytown: La infantería británica sale desde las lanchas de desembarco en Reggio, Calabria, el 3 de septiembre de 1943.
Al finalizar la campaña de Sicilia hubo muchos factores cambiantes que influyeron en la decisión sobre la ubicación del asalto principal a la costa italiana. No fue hasta el 19 de agosto que se decidió que debía darse prioridad a la planificación y montaje de la Operación Avalancha para desembarcar en Salerno.
No obstante la decisión de apoyar Avalanche como fuerza principal para la ocupación de la bota italiana, el mando aliado parecía no ponerse de acuerdo y hubo otras operaciones para la invasión aliada en Italia que fueron consideradas. La Operación Baytown fue una de ellas y, aunque el mariscal Montgomery no estaba de acuerdo con ella, siguió las órdenes y fue entonces que fuerzas británicas y canadienses desembarcaron en tierras italianas, en el área de Reggio Calabria, el 3 de septiembre de 1943.
No hubo oposición del enemigo, ya que los alemanes estaban convencidos que el ataque se llevaría a cabo en Salerno o Nápoles incluso, por lo que el mariscal Kesselring dio instrucciones para demoler rutas y puentes en el trayecto, mientras las fuerzas del Eje se retiraban hacia el norte.
Aun sin el éxito esperado, la Operación Baytown tuvo un efecto psicológico importante en la moral de muchos. Iris Origo, una mujer británica que había contraído matrimonio con un italiano, mantenía un diario sobre la situación de la guerra en Italia:
3 de septiembre
El largo suspenso ha terminado: las tropas británicas y canadienses del Octavo Ejército desembarcaron esta mañana en Reggio, Calabria. La invasión del continente ha comenzado. Escuchamos las noticias de la BBC a las ocho de la mañana y lo confirma el boletín italiano a la una de la tarde.
Si deseas saber más, lee “War in Val d'Orcia: An Italian War Diary, 1943-1944” [Guerra en Val d’Orcia: un diario de guerra italiano, 1943-1944], de Iris Origo.
El mariscal de campo británico Harold Alexander, escribió en sus comunicaciones sobre la campaña en Italia:
Mientras avanzaban las negociaciones para el armisticio, la planificación del asalto de la Compañía I3 había avanzado rápidamente bajo una gran presión y superando crisis continuas. Era difícil trabajar estrictamente dentro de las limitaciones impuestas por la necesidad de dar prioridad a la operación de Salerno y hubo momentos en que había considerables diferencias de opinión entre el Estado Mayor militar y naval. Se hizo todo lo posible para montar el ataque lo antes posible; durante algún tiempo pareció que la noche del 4 y 5 de septiembre sería la más temprana, pero finalmente logramos adelantarla a las 0430 horas del día 3. El ataque fue un completo éxito. La oposición fue ligera y no encontramos alemanes; en la mañana del Día D, Reggio había sido capturada y en la tarde del mismo día Bagnara estaba en nuestras manos. El refuerzo y suministro de nuestras fuerzas superó las expectativas. Las demoliciones fueron el factor principal que retrasó nuestro avance y había motivos para esperar que, si las tácticas enemigas continuaban, y siempre que el Octavo Ejército avanzara resueltamente, no estaría tan lejos de la distancia de apoyo de los desembarcos de Salerno del Quinto Ejército como se había temido. Hay que destacar, sin embargo, que los caminos eran pocos y de mala calidad, el ejército tenía pocos medios de transporte y cuanto más avanzara más difícil sería su mantenimiento.
Si deseas saber más, lee “The War in Italy, 1943-1944” [La guerra en Italia, 1943-1944], de John Grehan y Martin Mace.
Un semioruga y un cañón antitanque de 6 libras son descargados desde una lancha de desembarco en Reggio, Italia, el 3 de septiembre de 1943.