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Los británicos lanzan ataque decisivo en Bardia

Uno de los muchos prisioneros de guerra italianos capturados en Libia durante la Operación Crusader, arribando a Londres en enero de 1942. Éste todavía lleva su gorra de África.

La determinación de general Auchinleck había eliminado, por el momento, la amenaza del Afrika Korps a Egipto y el Canal de Suez. Las fuerzas de Rommel se habían retirado a una línea entre Agedabia y El Haseia, buscando defender sus líneas de comunicación y evitando ser cortadas y rodeadas como los italianos habían sido el año anterior.

 

A medida que las líneas de suministro se acortaron, Rommel fue capaz de reagrupar una fuerza de tanques que le permitieron defender sus posiciones e infligir daños en la 22ª Brigada Blindada por tres días, forzando a los principales eslabones del Octavo Ejército a retirarse. Sin embargo, Rommel no había logrado rescatar a las guarniciones aisladas germano-italianas en la frontera entre Libia y Egipto. Los elementos en Bardia habían caído tras un ataque de la 2ª División sudafricana.

 

Fritz Bayerlein, oficial en el Estado Mayor de Rommel, recordó posteriormente lo sucedido en Bardia:

La situación en el frente Halfaya-Bardia, donde las guarniciones -ahora a 725 kilómetros de distancia del cuerpo principal- todavía mantenían una resistencia heroica, visiblemente sea había deteriorado. El 30 de diciembre, el enemigo lanzó un ataque decisivo en Bardia con artillería poderosa, apoyo aéreo y naval y logró una profunda penetración en un frente amplio en nuestras defensas. Lo último de nuestros depósitos de raciones y municiones cayó en manos del enemigo y el comandante, con aprobación del Ejército, solicitó condiciones para rendirse. La fortaleza fue finalmente entregada el 2 de enero.

Por su parte, el general Rommel escribió a su esposa ese día:

30 de diciembre de 1941

 

Querida Lu,

 

Fuertes combates ayer, en los cuales nos fue bien. Su nuevo intento de cercarnos y ponernos contra el mar ha fallado.

 

Estoy de regreso en el Cuartel General del Ejército. Kesselring y Gambarra llegarán hoy. Gause volará después hacia Roma. No tienen absoluta idea allá de las dificultades aquí en África y todos hacen su rutina diaria normal de negocios o placer.

 

La lluvia está cayendo y las noches son muy frías y con mucho viento. Me mantengo en forma -durmiendo todo lo que puedo-. Sin duda comprenderás que no hay ninguna posibilidad de que me vaya de aquí en este momento.

 

Es todo por ahora, debo ir con el Jefe [Jefe del Estado Mayor].

Como resultado de la caída de estas guarniciones, las pérdidas de Rommel, que habían sido casi las mismas que las de los británicos, durante la batalla, fueron mucho mayores al final. Alrededor de 4,000 alemanes y 10,000 italianos fueron capturados en Bardia, Sollum y Halfaya.

 

Los británicos habían sufrido una pérdida mayor de tanques en la batalla, pero con la retirada de Rommel fueron capaces de recuperar y reparar una buena cantidad, de forma que sus pérdidas permanentes fueron de 278 tanques, mientras que las de Rommel ascendieron a 300, incluyendo los tanques italianos.

 

Si deseas saber más, lee “The Rommel Papers” [Los documentos de Rommel], editado por Basil Henry Liddell-Hart.

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