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La masacre de Rumbula

25,000 judíos fueron asesinados en masa por escuadrones de fusilamiento en líneas de montaje meticulosamente planeadas durante dos días, el 30 de noviembre y el 8 de diciembre de 1941. En la imagen, judíos del gueto de Riga son llevados en marchas hacia el bosque de Rumbula.

A mediados de agosto de 1941, se había promulgado un decreto ordenando a todos los judíos en Riga, en Letonia, reubicarse en un gueto que había sido establecido en el barrio de Moscú, un suburbio al norte de Riga, poblado por judíos y rusos pobres. Cuando el gueto quedó aislado, alrededor de 30,000 judíos quedaron concentrados allí.

 

El 30 de noviembre de 1941 se hicieron preparativos para llevar a cabo liquidaciones. El gueto fue acordonado, los destacamentos de judíos trabajadores fueron retirados bajo guardia, mientras que filas de modernos autobuses azules en Riga fueron ubicados a las puertas del gueto.

 

A varios kilómetros del gueto, en el bosque, no lejos de la estación de ferrocarril de Rumbula, los prisioneros de guerra rusos habían cavado fosas para la ejecución. Un informe diario emitido mientras la masacre estaba en marcha, declaró que Friedrich Jeckeln, oficial de las altas SS y líder de la policía, estaba involucrado en una “acción de tiro” y que se habían “tratado” cuatro mil judíos del gueto de Riga y un transporte entero de judíos del Reich.

 

Frida Michelson, fue una de tres sobrevivientes que pudieron relatar posteriormente la escena dantesca ocurrida en Riga:

Ya estaba empezando a iluminarse. Una columna interminable de gente, vigilada por policías armados, estaba pasando. Mujeres jóvenes, mujeres con bebés en brazos, ancianas, discapacitados, auxiliados por sus vecinos, muchachos y muchachas –todos marchando, marchando-. De repente, frente a nuestra ventana, un SS alemán comenzó a disparar con una pistola automática a quemarropa sobre la multitud. La gente fue segada por los disparos y cayeron sobre los adoquines. Había confusión en la columna. La gente estaba pisoteando a los que habían caído, empujaban hacia delante, lejos del hombre de las SS disparando salvajemente. Algunos estaban arrojando sus paquetes para poder correr más rápido. Los policías letones gritaban “más rápido, más rápido” y azotaban látigos sobre las cabezas de la multitud.

...

 

Las columnas de gente iban y venían, a veces a media carrera, marchando, trotando, sin fin. Allí uno, otro allí, caían y ellos caminaban justo encima de ellos, constantemente siendo presionados por los policías, “más rápido, más rápido”, con sus látigos y culatas de rifle.

 

...

 

Me mantuve junto a la ventana y observé hasta mediodía cuando el horror de la marcha terminó ... Ahora la calle estaba tranquila, nada se movía. Los cadáveres estaban esparcidos por todas partes, riachuelos de sangre que todavía rezumaban de los cuerpos sin vida. Eran en su mayoría ancianos, mujeres embarazadas, niños, minusválidos -todos aquellos que no pudieron mantener el ritmo inhumano de la marcha.

Si deseas saber más, lee “I Survived Rumbuli” [Sobreviví Rumbula], de Frida Michelson.

Friedrich Jeckeln sirvió como SS y líder de la policía en el distrito militar de Riga, Letonia, en la Unión Soviética ocupada por los alemanes. Jeckeln fue personalmente responsable de ordenar y organizar la muerte de más de 100,000 judíos, eslavos, romaníes y otros “indeseables” para la Alemania nazi.

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