top of page

Las bajas alemanas continúan incrementándose

Una columna de tanques de la Brigada Panzer "Koll" avanza a través del bosque al lado de un camión de municiones soviético en llamas. A la derecha, prisioneros soviéticos sin vigilancia hacen su camino a la retaguardia. El Panzerkampfwagen 38(t) al frente lleva sobre la visera del conductor la señal amarilla "Y" de la 7ª División Panzer, identificando al 25º Regimiento Blindado, durante la batalla de Vyazma, en octubre de 1941.

Las batallas de Vyazma y Bryansk, que habían concluido en una victoria alemana, dejaron ver los esfuerzos desesperados y, en parte, exitosos de los rusos por escapar de los cercos y continuar su retirada hacia el Este. Las unidades alemanas, enfrentando problemas en el suministro, fueron incapaces de cortar la retirada rusa por completo.

 

Aunado a esto, las temperaturas estaban descendiendo rápidamente y la lucha contra los partisanos continuaba incrementándose, causando numerosas bajas entre las fuerzas alemanas. En una de sus últimas cartas a su familia, Karl Fuchs, sirviendo como comandante de tanques en el 25º Regimiento Blindado, escribió a su padre sobre su sentimiento por la pérdida de sus camaradas:

4 de noviembre de 1941

 

Querido padre,

 

Tu carta que llegó hoy debió haber estado en una verdadera odisea, debido a que le tomó seis semanas llegar aquí. Pero al menos tengo noticias de ti. Mi suposición de que estarías en la zona de batalla alrededor de Kiev resultó ser cierta después de todo. Supongo que también me has buscado en vano, pero tal pareciera que nosotros dos estuviéramos compitiendo por logros cada vez más grandes. Nuestra última batalla para cercar al enemigo aquí y tus experiencias en Kiev nunca serán olvidadas. Nunca antes habíamos vapuleado al enemigo con este tipo de derrotas aplastantes. Supongo que los rusos nunca soñaron que los enfrentaríamos en esta clase de ofensiva previa al invierno. Estoy convencido que las últimas fuerzas cohesivas del enemigo han sido decimadas y una vez más nuestro Führer le ha demostrado al mundo que el soldado alemán puede hacer tareas increíbles.

 

En las horas tranquilas de la tarde frecuentemente pensamos en aquellos camaradas que han dado sus vidas por nuestra sagrada causa alemana. Estás en lo correcto, padre, nunca los olvidaremos -particularmente a mi mejor amigo, el teniente Preussner, con quien yo compartí tantas alegrías y penas por más de dos años-. La tierra fresca lo cubre ahora, pero el sigue viviendo en mí, así como tu amigo Eckstein vive en ti. Estoy sorprendido por las similitudes y repeticiones que toman lugar en nuestras respectivas vidas.

 

Supongo que estarás en casa más pronto que yo. Por favor saluda a mi hijo de mi parte y asegúrate que todo esté bien. Mientras tanto, mantenemos la guardia. ¡Dejadme estrechar tu mano y Sieg Heil!

Si deseas saber más, lee “Your Loyal and Loving Son: The Letters of Tank Gunner Karl Fuchs, 1937-1941” [Tu leal y amado hijo: las cartas del artillero de tanque Karl Fuchs, 1937-1941], editado por Horst Fuchs Richardson.

Tropas alemanas avanzando con la cubierta de un tanque de fabricación checoslovaca Panzerkampfwagen 38(t), en la Unión Soviética, en 1941.

bottom of page