Ataques aéreos ingleses en Bardia
Pilotos británicos corren hacia sus P-40 Kittyhawks en el norte de África, c. 1941
La actividad en el norte de África seguía estancada en un status quo, donde ambas fuerzas estaban esperando refuerzos para iniciar una ofensiva, los alemanes con miras hacia Egipto, los aliados para acabar con el sitio de Tobruk y proteger el Canal de Suez.
Los ataques aéreos eran frecuentes y provocaban confusión en las líneas enemigas, en ocasiones eran tan severos que debían adoptarse medidas para refugiarse de tales ataques, que no siempre eran las mejores.
Hans-Joachim Schraepler, el adjunto de del general Rommel, en su carta acostumbrada a u esposa, de fecha 4 de septiembre, describe los sucesos durante uno de esos ataques aéreos:
4 de septiembre de 1941
Anteayer, después de la medianoche, recién finalizaba de escribir una carta para ti, cuando, como era frecuente, escuché uno o dos aviones volando sobre Bardia. Cuando una bomba explotó al lado de mi casa, esperaba que se detuviera. Pero los mismos aviones regresaron. Después de hacer un semicírculo, dejó caer una bomba grande y otras tres pequeñas directamente sobre mi casa. La grande impactó la esquina derecha, las dos más pequeñas en la pared del lado derecho y la tercera en la entrada del refugio antiaéreo. La explosión de la primera bomba ya era considerable y la onda de choque enorme, pero las siguientes cuatro fueron atroces.
Los cuadros de las ventanas, las puertas volaron fuera de sus marcos, las paredes despojadas del yeso. Escombros por doquier. Me encontré en una nube de polvo, la cual esperas experimentar una vez, pero no dos veces. ¡Fue horrible! Lo peor de todo fue el aullido y el cantar de las bombas aproximándose y este sentimiento extraño y alarmante que ellas vienen directo hacia ti. Los segundos duraron una eternidad. ¡Fuera de la casa! Imposible, porque estaba atrapado en mi red para mosquitos. El teniente coronel Wüsterfeld y yo estábamos examinado el daño cuando más aviones se aproximaron y fuimos blanco del ataque otra vez. De ahora en adelante iré al refugio. Uno no tiene tanta suerte dos veces.
Si deseas saber más, lee “At Rommel’s Side: The Lost Letters of Hans-Joachim Schraepler” [Al lado de Rommel: las cartas perdidas de Hans-Joachim Schraepler], editado por Hans-Albrecht Schraepler.
Bombardero en picada alemán Junkers Ju-87 Stuka irrumpiendo sobre la base británica cerca de Tobruk, y Libia, en octubre de 1941.