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Tragedia en Bélgica por bombardeo diurno de la USAAF

La plaza de la ciudad en Mortsel, mientras la búsqueda de sobrevivientes se pone en marcha

La plaza de la ciudad en Mortsel, mientras la búsqueda de sobrevivientes se pone en marcha.

El 5 de abril de 1943, la 8ª Fuerza Aérea de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América (USAAF) lanzó un ataque en Mortsel, en Bélgica, muy cerca de la ciudad de Amberes en la frontera holandesa. El objetivo era la fábrica de motores Erla, que había sido tomada por los alemanes para mantener los aviones de la Luftwaffe:

TEATRO DE OPERACIONES EUROPEO (Octava Fuerza Aérea) Misión 50 del VIII Comando de Bombarderos: 104 B-17 de la 1ª Ala de Bombardeo fueron enviados contra objetivos industriales en el área de Amberes, Bélgica. La fuerza principal fue dirigida a la fábrica de aviones Erla y la fábrica de motores Erla. 82 B-17 lanzaron 245.5 toneladas de bombas a las 15:30 horas locales. Se dice que destruimos 23-8-4 aviones de la Luftwaffe, perdimos 4 frente a la fuerte oposición de cazas de la Luftwaffe; 13 aviones están dañados. Las bajas son 3 WIA [heridos en acción] y 40 MIA [perdidos en acción].

Entre las unidades tomando parte en el bombardeo estaba el 303º Grupo de Bombarderos, cuyos informes dan un poco más de detalles:

Diecisiete aviones bombardearon el objetivo principal desde 24,000 pies con 51 toneladas de bombas de alto explosivo M44 de 1,000 libras. Fuego antiaéreo negro, ligero, impreciso se informó sobre Ostende, Gante, Brujas y la Isla de Schouwen. La oposición aérea enemiga fue moderada con 30 a 50 aviones reportados. Atacaron desde la costa belga hasta mediados del canal en la ruta de regreso. FW-190, ME-109, ME-110 y JU-88 fueron vistos en doce encuentros. Artilleros del 303º GB (H) destruyeron tres con uno probable. El sargento P. E. Henderson y el sargento primero R. R. Peck derribaron cada uno un FW-190, el sargento R. K. Sink derribó un ME-110 y el teniente W. V. Chamberlain tuvo uno probable con un Ju-88. Por lo menos en cinco casos, cazas bombardearon la formación. Las bombas fueron precisas en cuanto a la altitud y las explosiones fueron cuatro veces el tamaño de las ráfagas de fuego antiaéreo.

Este era un ataque bastante típico para la 8ª Fuerza Aérea en aquellos momentos, volando sin el apoyo cercano de cazas de combate, por lo que se esperaba que las Fortalezas Voladoras se defendieran así mismas contra los cazas enemigos, aunque en esta ocasión, ya que el objetivo estaba justo al cruzar el Canal de la Mancha, hubo apoyo de los cazas de la Real Fuerza Aérea (RAF) la mayor parte del trayecto:

Buena cobertura de cazas Spitfire fue proporcionada desde el punto de regreso dentro de veinticinco millas a las afueras de Harwich. El piloto, el teniente Burch, comentó: “Estábamos en formación hasta que llegamos al continente, cuando de repente una ráfaga de fuego antiaéreo noqueó nuestro sistema de oxígeno. Tan pronto como esto sucedió, un caza enemigo hizo un ataque de cerca y puso fuera de funcionamiento el motor Nº 1.

Sabiendo que no podíamos estar en formación, me salí para regresar a casa. Otro FW-190 entró e impactó nuestro motor Nº 3, pero no dejó de funcionar del todo. Al motor Nº 2 le dispararon su línea de aceite, pero siguió funcionando. El teniente Byron Butt, mi bombardero, iba sólo a su mira de bombas cuando una bala calibre 30 entró por el plexiglás cerca de la mira y rozó su frente. Otra pulgada y habría entrado por su cabeza.

 

Poco a poco estábamos perdiendo altura y estábamos preparados para cualquier cosa. Un Spitfire observó nuestra situación y se quedó con nosotros hasta que estuvimos a medio camino a través del canal y entonces nos dejó creyendo que podríamos regresar con bien. Cuando finalmente tuvimos que aterrizar, teníamos uno y medio motores y una rueda pinchada. Estuvimos condenadamente preocupados por un tiempo, pero nos alegramos al estar de vuelta. Uno de mis artilleros, el sargento primero R. M. Arnold, tuvo una cerca, también. El fuego antiaéreo le dio en la cara, pero por suerte, no le hirió tanto”. El teniente Burch hizo un aterrizaje perfecto, a pesar de los graves daños a su B-17.

Si deseas saber más, visita Hell’s Angels, donde podrás encontrar el reporte de la misión del 303º Grupo de Bombardeo.

Esta fue la última misión de combate del general de brigada Frank A. Armstrong, cuyo papel como oficial superior volando en los bombardeos inspiraría a una de los personajes centrales en el filme “Twelve O’Clock High” que, aunque su tema es de ficción, es considerada como una de las películas más realistas acerca de la guerra aérea en Europa. El siguiente video contiene escenas de la película, donde el mensaje central es “considérense ya muertos”:

Sólo dos bombas impactaron la fábrica, pero estas provocaron incendios que destruyeron la mayor parte de las instalaciones -y también causaron numerosas bajas entre la fuerza laboral civil-. Fue el resto de las 24 toneladas de bombas las que causarían bajas por toda la ciudad de Mortsel.

 

Hubo pocas advertencias sobre el bombardeo y había mucha gente en las calles. Esto explica en parte las numerosas bajas, pero también fue por la devastación que hubo en una amplia área de la zona residencial de la ciudad. En apenas ocho minutos, 936 personas murieron, entre ellas 209 niños menores de 15 años, cuando las escuelas recibieron impactos directos. Más de 1,600 personas resultaron heridas, 600 de ellas fueron clasificadas como graves. Fue la peor pérdida de vida que Bélgica experimentó durante toda la guerra en solo un incidente.

Bombas cayendo sobre la ciudad de Mortsel, el 5 de abril de 1943, con la fábrica Erla marc

Bombas cayendo sobre la ciudad de Mortsel, el 5 de abril de 1943, con la fábrica Erla marcada como punto de referencia para las miras de bombardeo.

Funeral gathering in Mortsel shortly after the bombing in April 1943.jpg

Reunión funeraria en Mortsel poco después del bombardeo en abril de 1943

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