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Hitler visita el frente en Polonia

Tanques alemanes Panzer I y II, junto con un semioruga medio Schützenpanzer Sd.Kfz 251/3; con el general Heinz Guderian comandando, en septiembre de 1939.

El ejército alemán continuaba su avance en todos los frentes en los primeros días de la campaña en Polonia. Inglaterra y Francia habían declarado la guerra pero aún no había indicios de un ataque por parte de los Aliados. Hitler decidió hacer una visita al frente para evaluar el progreso del ataque.

 

Heinz Guderian tuvo la oportunidad de estar con Hitler durante su recorrido por el frente, él describió los sucesos de día:

Nuestro cuerpo tuvo una visita sorpresiva de Adolf Hitler el 5 de septiembre. Me encontré con él cerca de Plevno en el camino a Tuchel-Schwetz, me subí en su automóvil y condujimos a lo largo de la línea de nuestro avance previo. Pasamos al lado de la artillería polaca destruida, fuimos a través de Schwetz y después, siguiendo de cerca detrás de nuestras tropas envolventes, manejamos a Graudenz donde nos detuvimos y contemplamos por algún tiempo los puentes volados sobre el Vístula. Ante la vista del regimiento de artillería destrozado, Hitler me preguntó: ‘¿Nuestros bombarderos en picada hicieron eso?’ Cuando le contesté, ‘No, ¡fueron nuestros tanques!’, simplemente se quedó atónito.

 

 

Durante nuestro recorrido conversamos primero sobre el curso de los eventos en el área de mi Cuerpo armado. Hitler preguntó acerca de las bajas. Le proporcioné las últimas cifras que había recibido, unos 150 muertos y 700 heridos para todas las cuatro divisiones bajo mi mando durante la Batalla del Corredor. Él estaba sorprendido ante lo minúsculo de estas cifras y las contrastó con las bajas de su propio viejo regimiento, el Regimiento List, durante la Primera Guerra Mundial: en el primer día de batalla ese solo regimiento había tenido más de 2,000 muertos y heridos. Tuve la oportunidad de demostrarle que los números tan pequeños de nuestras bajas en esta batalla contra un enemigo difícil y valiente se debían primordialmente a la efectividad de nuestros tanques. Los tanques son un arma salvavidas. La creencia de los hombres en la superioridad de su equipo blindado ha aumentado grandemente por sus éxitos en el Corredor. El enemigo ha sufrido la total destrucción de entre dos y tres divisiones de infantería y una brigada de caballería. Miles de prisioneros y cientos de cañones han caído en nuestras manos.

Si deseas saber más, lee “Panzer Leader”, [Líder de tanques], del general Heinz Guderian.

El general de las tropas blindadas, Heinz Guderian (a la izquierda), rinde su informe a Hitler en una imagen del fotógrafo oficial Heinrich Hoffmann, en Polonia en 1939.

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