Severo golpe a convoy en el Atlántico
Los submarinos alemanes (U-Boat) condujeron una ofensiva en la costa Este de los Estados Unidos, el Caribe, el Golfo de México y Brasil, en una operación conocida como Drumbeat, misma que se efectuó del 13 de enero al 19 de julio de 1942.
El Gabinete de Guerra británico estaba enviando varias misiones militares a los Estados Unidos, cuyo propósito era proporcionar a los estadounidenses el beneficio de la experiencia británica en contra de los submarinos alemanes, descubrir si los norteamericanos estaban escasos de navío escolta en la costa Este, así como revelar si estaban trasegando destructores para reforzar a la Flota del Pacifico.
La poca experiencia de los estadounidenses para contrarrestar los ataques de los submarinos alemanes hacía de sus convoyes y buques escolta presa fácil de los más experimentados comandantes de U-Boat. Adicionalmente, un comandante había descubierto una falla en los torpedos eléctricos alemanes -después de 30 meses en la guerra-, el cual fue corregido con medidas temporales en los submarinos que se encontraban en patrulla.
Aunque la corrección del defecto era fortuita, esta contribuyó en gran parte al éxito de los submarinos alemanes en los subsecuentes ataques durante la campaña contra los Estados Unidos. John Di Phillip, un marino mercante estadounidense, describe como su buque-tanque fue atacado por submarinos alemanes a mitad del Atlántico:
6 de febrero – 13º día en el mar – Ataque de U-Boat
Esta noche a las 2200 horas fuimos atacados por submarinos y un minuto después sonó la alarma general, al momento en que era soltada la primera carga de profundidad. Mientras nos reuníamos en la cubierta del cañón de 4.5, el cual ya se encontraba listo para disparar, vimos como todos los destructores y las corbetas se estaban moviendo a babor a la cabeza del convoy. Aparentemente habían detectado al submarino y ahora estaban haciendo sus maniobras para atacarlo.
La popa se mantuvo abierta. Tres minutos más tarde el barco de transporte de tropas fue alcanzado, escuchamos la explosión y vimos como dos bengalas rojas fueron disparadas al aire. Dirigiendo nuestro cañón en esa dirección, permanecimos en silencio mientras observábamos.
En menos de un minuto el tanquero, el segundo barco después de nosotros, fue torpedeado. Para el momento en que los destructores se habían reunido en su posición original, empezaron a soltar cargas de profundidad una tras otra. También estaban disparando bengalas blancas, las cuales iluminaban el agua y por este medio pretendían descubrir si los submarinos habían sido alcanzados, buscando los restos y el aceite que pudieran estar flotando en la superficie.
Otra explosión y al tanquero le tocó su parte en la popa de estribor. El teniente se había mantenido en el cañón de popa para hacerse cargo personalmente en el evento que un submarino apareciera. Entre los rostros de la tripulación se encontraban miradas desconcertadas, mientras todos esperábamos afanosamente el momento de pelear si esto fuese necesario. Cinco minutos más tarde todo estaba callado, hasta que otro barco –que resultó ser un Liberty – fue alcanzado, al tiempo que las bengalas surcaban el cielo de nueva cuenta.
Comenzamos a preguntarnos si algunos de los sobrevivientes habían sido rescatados. La forma en que los barcos escolta estaban soltando cargas de profundidad hacía difícil que hubiera un alma que pudiera soportar la conmoción en el agua, en el caso que hubieran podido escapar del hundimiento manteniéndose a flote.
A las 2300 sólo cuatro barcos se mantenían a flote.
Finalmente el teniente, sintiendo el planteamiento del submarino, dio permiso a la mitad de la tripulación para ir por café, el cual nos vino muy bien en este momento. Mientras bebíamos nuestro café en el comedor, sentíamos como el peligro se aproximaba a nosotros cada vez más y permitiéndonos cinco minutos para nosotros mismos, tomamos ventaja de ello; fue entonces que la alarma sonó una vez más.
Corriendo a nuestras armas nos percatamos como el destructor por el lado de estribor estaba maniobrando en el agua con fuerza considerable, al tiempo que las cargas de profundidad estallaban. Los barcos se habían separado y parecía como si cada buque se encontrara por sí solo.
La fecha 6 de febrero aparece en el diario de John Di Phillip, sin embargo, este no coincide con ninguno de los registros de convoyes del período.
Si deseas saber, lee “Gunner’s Diary” [Diario de artillero], de John Di Phillip.
Durante el invierno, el Atlántico del Norte era un lugar prohibitivo, incluso sin la amenaza de ataques de los U-Boat.
Este interesante material de archivo de combate muestra escenas de las maniobras que realizaban los U-Boat en sus operaciones en la costa este de los Estados Unidos, en el Atlántico. El material proviene de noticiero alemán Die Deutsche Wochenschau, de fecha 4 de febrero de 1942.