Formidable triunfo aéreo soviético
El líder de escuadrón, el capitán Boris Yeremin, se hizo famoso después de un combate aéreo exitoso el 9 de marzo de 1942 al liderar a seis cazas soviéticos Yak-1 contra 27 aviones enemigos en los que se reportaron siete aviones derribados. En la imagen se observa a Yeremin en la cabina de un Yak-1B pagado por el granjero colectivo y apicultor Fedor Golovaty, a finales de 1942. La inscripción del caza señala ‘Al piloto del Frente de Stalingrado, Guardia Mayor Yeremin, del granjero colectivo de la granja colectiva ‘Stakhanovets’, camarada Golovaty’.
Las tácticas de combate aéreo soviéticas sólo comenzaron a cambiar hasta 1942 y el impulso no provino del mando de la Fuerza Aérea y sus teóricos, sino de los propios pilotos rusos, que aprendieron de sus propias experiencias y también, en gran medida, de observar a los alemanes.
Conscientes de lo obsoleto de los aviones soviéticos, los comandantes depositaron sus esperanzas en los nuevos aviones Yak, pero estos presentaron problemas iniciales. A finales de febrero o principios de marzo de 1942, su diseñador, Alexander Yakolev, fue llamado para que explicara lo que estaba sucediendo ante el propio Stalin. Siempre había gozado de los favores del líder soviético, pero ahora era un hombre atemorizado. Stalin preguntó amenazantemente sobre el hecho que los aviones se incendiaban en vuelo contra los aviones de Hitler, cuestionando si sería un error embarcarse en la producción masiva de los cazas Yak.
Los diarios soviéticos se aferraban a cualquier misión exitosa de los “Halcones de Stalin”, uno de los clichés favoritos de la época y que incluso fue adoptado como el título del periódico de la Fuerza Aérea. El 9 de marzo de 1942, siete pilotos del Regimiento de Cazas 296, comandado por el líder de escuadrón Boris Yeremin, efectivamente tuvieron una asombrosa victoria sobre un grupo numéricamente superior de aviones alemanes. El suceso apareció en todos los rotativos soviéticos, con la primera página del Pravda dedicada a la batalla y aquéllos que tomaron parte en ella:
Nuestros valientes héroes, virando en formación de combate, volaron hacia los Messerschmitts. En los cielos los motores gritaban, traqueteo de ametralladoras, rugido de cañones. Una barrida seguida de otra. ¡Esto es guerra! El combate se vuelve cada vez más feroz. Nuestros pilotos habilidosos atacan con precisión una y otra vez. El enemigo es aniquilado y uno tras otro, cuatro aviones enemigos caen a tierra.
Si deseas saber más, lee “Defending the Motherland: The Soviet Women Who Fought Hitler’s Aces” [Defendiendo a la Madre Patria: las mujeres soviéticas que combatieron a los ases de Hitler], de Lyuba Vinogradova.