Infantería rumana en trincheras en la cuenca del Río Don, en octubre de 1942. Nótese las gorras particulares que llevan los soldados; estos eran estándar para 1942.
No fue hasta el 21 de noviembre que el general Paulus, que todavía estaba en Golubinskaya en el Don, se dio cuenta del peligro mortal que enfrentaba ante la puesta en marcha de la Operación Urano por parte de las fuerzas rusas. Los tanques soviéticos habían aparecido a pocos kilómetros de su cuartel general de batalla.
Los puentes sobre el Don, en Kalach, que eran enlaces vitales en las líneas de comunicación del Sexto Ejército, habían sido capturados por el Grupo Norte soviético. Como resultado, era obvio que aquellas porciones del Sexto Ejército, el 4º Ejército Panzer y el 4º Ejército Rumano en el área entre el Don y el Volga estaban ahora en peligro de ser rodeadas. Independientemente de lo que decidiera ahora el comandante del Sexto Ejército, ya sea que decidiera evitar el cerco retirando su Ejército a una posición en el Don-Chir, o si decidiera resistir y luchar en su posición actual, en cualquier caso tendría que organizar un sistema de defensa integral, si quisiera evitar el riesgo que su Ejército fuera arrollado por la retaguardia.
Uno de los primeros movimientos fue la decisión de trasladar su cuartel general al área de Nishne-Chirskaya para evitar perder control de la situación, el cual se llevó a cabo el 21 de noviembre y cuya acción es descrita por el coronel Wilhelm Adam, ayudante de campo del general Paulus, comandante del 6º ejército alemán en Stalingrado... Ver Más