El buscaminas HMS Gossamer, navegando entre hielo en el norte de Rusia, en 1941.
Mientras los comandantes ingleses y alemanes estaban planeando sus siguientes movimientos en el Norte de África, el HMS Gossamer y su tripulación estaba luchando una batalla desesperada por su sobrevivencia lejos de las rutas de convoyes en el Ártico.
La flotilla del Gossamer había estado en Múrmansk casi un año, escoltando convoyes al aproximarse a la costa de Murman, así como asegurarse que los canales de navegación estuvieran libres de minas.
El jefe de señales John Maddern se encontraba a bordo del HMS Gossamer el 24 de junio, la temperatura era tibia y el cielo claro, pero el agua estaba helada. La tripulación estaba en jerséis, pantalones y zapatos en el clima agradable, tan diferente del frío helado de los meses de invierno.
Entonces, a las 9:00 de la mañana, vino la advertencia de los cañones antiaéreos en la costa y las banderas de alerta de los barcos anclados de los aviones enemigos aproximándose. Las dotaciones de los cañones del Gossamer se encontraban en sus puestos de combate y la tripulación esperaba por el ataque inminente. Ocho minutos después, cinco bombarderos Ju88 se avistaron volando de oeste a este a través de la ligera neblina. Al alcanzar el sol, cuatro de ellos se volcaron sobre los barcos mercantes y comenzaron su picada; el quinto se perdió de vista en el sol. Maddern fue uno de los primeros a bordo en divisar al enemigo y posteriormente escribió sobre el ataque... Ver Más