Los últimos combates en Stalingrado
Tropas soviéticas se movilizan hacia el pueblo de Gorodischensko, a mediados de enero de 1943, a través de alemanes muertos, durante el avance sobre Stalingrado.
Las condiciones en Stalingrado continúan empeorando. No sólo los hombres estaban en un estado lamentable, con muchos elementos demasiado débiles como para seguir combatiendo, sino también se estaban quedando sin municiones. Los ataques del Ejército Rojo eran implacables y unidades enteras estaban siendo arrasadas.
Los soviéticos descubrirían las transcripciones de muchas de las transmisiones de radio alemanas realizadas durante este último período, cuando finalmente se abrieron paso al cuartel general alemán. Sus descripciones concisas de los últimos días de combates dan una idea de cómo muchos encontraron su fin:
Informe de inteligencia, 26 de enero.
El 4º Cuerpo al sur de Tsaritsa se está colapsando ante la superioridad numérica del ejército enemigo. El último informe recibido de allí fue a las 0700 horas, diciendo que los generales Pfeffer, von Hartmann, Stempel y el coronel Crome con pocos hombres están resistiendo en el lado derecho del terraplén del ferrocarril, disparando contra los rusos que están avanzando en grandes números.
El general von Hartmann, comandante de la 71ª División de Infantería cayó muerto a las 0800 horas por una bala en la cabeza durante el combate cuerpo a cuerpo. El general von Dresser, comandante de la 297ª División, fue invadido por los rusos en su puesto de mando al mediodía del 25 de enero, presumiblemente fue hecho prisionero.
Boletín Diario, 26 de enero.
El 369º Regimiento de Infantería Croata participó en los combates en torno a Stalingrado con la 1ª División de Artillería croata y se distinguió notablemente. Fuego de artillería enemigo pesado sobre toda el área de la ciudad. Defensa contra la misma masivamente obstaculizada por 30,000 – 40,000 heridos sin atención y personal disperso.
Líderes energéticos están haciendo todos los esfuerzos para formar unidades con personal disperso y están combatiendo junto a ellos, ofreciendo resistencia desde la primera línea del frente. Aparte de unos cuantos restos, todas las raciones se han agotado.
Cruz de Oro alemana otorgada al general-mayor Wulz, el 26 de enero. Cuartel General del Don. Solicitud de promoción póstuma para el teniente general Hauptmann, comandante de la 71ª División de Infantería, cuya excelente conducta fue un brillante ejemplo y quien cayó hoy en combate cuerpo a cuerpo.
Firmado, Paulus.
El día 24 el comandante alemán Friedrich Paulus envió finalmente una apelación a Hitler para que se le permitiera rendirse. La invitación a la rendición por parte de los soviéticos el día 8 de enero había sido rechazada por completo. Era bien sabido cuál sería la actitud de Hitler ante la rendición, pero ahora era sólo se trataba de una cuestión de aceptar lo inevitable y tratar de salvar algunas vidas:
Las tropas están sin munición y alimentos. Tenemos contacto con algunos elementos de seis divisiones solamente. Hay signos de desintegración en los frentes del sur, oeste y norte. El comando unificado ya no es posible. Pocos cambios en el lado oriental. Tenemos 18,000 heridos que no tienen absolutamente ningún tipo de vendajes o medicamentos.
Las divisiones 44ª, 76ª, 100ª, 305ª y 384ª han sido aniquiladas. Como resultado de las fuertes incursiones el frente se ha desgarrado. Las posiciones de fuego y los refugios sólo están disponibles dentro de la ciudad. El colapso es inevitable. El ejército solicita permiso para rendirse a fin de salvar las vidas de aquellos que quedan.
Si deseas saber más, lee “Voices from Stalingrad” [Voces de Stalingrado], de Jonathan Bastable.
Artillería rusa abre fuego sobre posiciones alemanas, al lado de alemanes muertos. Los rusos gustaban de este tipo de imágenes para demostrar su superioridad militar.
Tropas soviéticas se lanzan a la ofensiva en Stalingrado, en diciembre de 1942.