Hitler iracundo con sus generales
El pesado combate callejero continuó en Stalingrado, pero los alemanes estaban seguros de que la batalla por la ciudad pronto se acabaría.
Cuando Hitler puso en marcha Fall Blau [Caso Azul], su ofensiva principal en 1942 en el frente oriental, el objetivo principal era apoderarse de los campos petrolíferos soviéticos. Era una estrategia temeraria para la cual los rusos no estaban preparados, esperando que los alemanes reanudaran la ofensiva hacia Moscú.
Si los alemanes tomaban los yacimientos petrolíferos no sólo conseguirían hacerse para sí mismos los medios para continuar la guerra, sino también se los estarían negando a los soviéticos. Sin embargo, los principales campos petroleros estaban a una distancia muy lejana.
Al principio, la ofensiva tuvo buenos resultados, al menos en términos de territorio conquistado. En papel, el Grupo de Ejércitos Sur estaba progresando rápidamente hacia las profundidades australes de la Unión Soviética, hacia el borde mismo de Europa. En el campo, las dificultades logísticas eran enormes, ya que el ejército alemán estaba al final de una cadena de suministro que estaba extendida y tensada hasta el límite. Muy pronto algunas unidades se quedaron sin combustible y municiones para mantener el ritmo de la marcha.
Fue justo mientras esta situación se hacía evidente, en julio de 1942, que Hitler decidió dividir el Grupo de Ejércitos Sur en dos. El Grupo de Ejércitos A seguiría hacia el sur, hasta el Cáucaso y aún más allá. El Grupo de Ejércitos B se dirigiría hacia el este, hacia Stalingrado. El mariscal de campo von Bock fue relevado de su mando por contender esta decisión. El mariscal de campo List se hizo cargo del Grupo de Ejércitos A.
A finales de agosto, estaba claro que el Grupo de Ejércitos A estaba perdiendo fuerza. Jodl fue despachado para descubrir cuál era el problema:
7 de septiembre de 1942
Jodl ha vuelto del Grupo de Ejércitos A. Trajo una apreciación clara de la situación que confirma que ya no es posible forzar a los rusos a través de la cadena de montañas y hacia el mar. Sólo tácticas flexibles son posibles en área de oportunidades y se hará un último intento para llegar a Grozny y el Mar Cas[pio] con fuerzas concentradas; no hacia Astrakán, no hay fuerzas para ello. F. [Führer] comenzó a desesperarse minuto a minuto, sintiendo el fracaso de la ofensiva, tuvo duras palabras para el servicio de suministro, carencia de iniciativa por parte de los comandantes de campo, puso toda la culpa en el OKH, en el Jefe del Estado Mayor General y en Jodl. Ruptura definitiva con Jodl, quien todavía está tratando de trasladar el ataque principal exclusivamente hacia el sur.
La peor crisis desde 1941; F. está iracundo. Por la tarde una discusión desagradable entre el Jefe y Jodl, quien tenazmente apoya la opinión de Kleist y List. Todos tenemos la impresión que el F. está siendo confrontado con pasos decisivos. Jodl está bajo fuego. [F. dijo] que palabras han sido puestas en su boca, las cosas ahora cambiarán, se asegurará de ello, la confianza se ha ido y por tanto él afrontará las consecuencias personales.
Ahora fue el turno del mariscal de campo List, también fue removido del mando. Jodl debió haberle dicho que siguiera adelante y no volver informando que en realidad era imposible.
Esta fue la ruptura más importante en las relaciones personales entre Hitler y su Alto Mando. Dejó de tomar sus comidas con ellos. El ambiente empeoró. Las rabietas furiosas se hicieron más comunes.
Cualesquiera que fueran los problemas con el Grupo de Ejércitos A, pronto habría buenas noticias para Hitler del Grupo de Ejércitos B. El 12 de septiembre, el general Paulus informó sobre la situación en Stalingrado. Los rusos ahora sólo mantenían una delgada franja de tierra en la orilla oeste del Volga. Paulus confiaba en que la ciudad entera estaría en manos de los alemanes en “cuestión de días”.
Si deseas saber más, lee “At the Heart of the Reich: The Secret Diary of Hitler’s Army Adjutant” [En el corazón del Reich: el diario secreto del adjunto del Ejército de Hitler], del mayor Gerhard Engel.
El Grupo de Ejércitos A en el sur de la Unión Soviética se dirigía hacia los campos petrolíferos. Los problemas del terreno y los problemas con los suministros hicieron que el progreso de la campaña disminuyera su velocidad drásticamente. Gebirgsjäger alemanes operando un cañón antiaéreo de 2cm en el Cáucaso Central, cerca de Teberda, en septiembre de 1942.