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Mussolini despide al conde Ciano

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Adolf Hitler y el conde Ciano saludando desde el balcón de la cancillería, en Berlín, el 1 de enero de 1943.

La guerra no había ido bien para Italia. Aunque Mussolini estaba en una alianza formal con Hitler al estallar la guerra, él no había declarado la guerra a Francia y Gran Bretaña hasta que vio el éxito de los panzers alemanes en la guerra relámpago a través de Francia en 1940. Incluso en estas circunstancias, sus tropas fueron rechazadas por los franceses. Su envite por arrebatar Egipto de la Gran Bretaña había fracasado de manera espectacular, al igual que su invasión de Albania.

Su flota mediterránea había sido víctima repetidamente de la Marina Real británica. Hitler tuvo que venir en su auxilio en los Balcanes y el norte de África, una distracción que más tarde sería la culpable de provocar un retraso importante en el lanzamiento de la invasión de la Unión Soviética. Ahora, las mejores tropas alpinas de Mussolini estaban sufriendo una ignominiosa retirada en el frente del Este.

No era de extrañarse que Mussolini sintiera oposición dentro de su propio régimen. Ahora actuó para apuntalar su apoyo. Él tenía una relación personal cercana con su yerno, el conde Ciano, que también era su ministro de Relaciones Exteriores. Pero sabía que Ciano siempre había tenido reservas acerca de la alianza con Alemania. Así que ahora, lo despidió.

Ciano había estado en el corazón del gobierno italiano y había estado presente en la mayoría de las ocasiones en las que Mussolini se reunió con Hitler. Sus diarios revelan mucho más que las maniobras diplomáticas de la guerra y muchas observaciones agudas de las personalidades involucradas:

8 de febrero de 1943,

Entregué mi cargo en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Luego voy al Palazzo Venezia para ver al Duce y despedirme de él.

Me dice “ahora debes tener en cuenta que tendrás un período de descanso. Entonces tu turno vendrá de nuevo. ¡Tu futuro está en mis manos y por lo tanto no tienes de qué preocuparte!” Me da las gracias por lo que he hecho y rápidamente enumera mis servicios más importantes. “Si nos hubieran dado un plazo de tres años podríamos haber sido capaces de librar la guerra en condiciones diferentes o tal vez no hubiera sido necesario librarla en absoluto”.

 

Luego me preguntó si yo tenía todos mis documentos en regla.

“Sí”, respondí. “Los tengo todos en orden y recuerde, cuando vengan tiempos difíciles -porque ahora es seguro que vendrán los tiempos difíciles- puedo documentar todas las traiciones cometidas contra nosotros por los alemanes, una tras otra, desde la preparación del conflicto hasta la guerra con Rusia, comunicadas a nosotros cuando sus tropas ya habían cruzado la frontera. Si los necesita puedo proporcionarle los detalles o, mejor aún, en un plazo de 24 horas, prepararé ese discurso que he tenido en mi mente desde hace tres años, porque voy a reventar si no lo hago”.

 

Me escuchó en silencio y casi estuvo de acuerdo conmigo. Hoy él estaba preocupado por la situación, porque la retirada en el frente oriental sigue siendo casi una derrota.

 

Me ha invitado a verlo con frecuencia, “incluso todos los días”. Nuestra despedida fue cordial, por lo cual estoy muy contento, porque me agrada Mussolini, me cae demasiado bien, y lo que voy a extrañar más será mi contacto con él.

Esta sería su penúltima entrada en su diario. Si deseas saber más, lee “The Ciano Diaries” [Los Diarios de Ciano], del conde Galeazzo Ciano.

La ceremonia de la firma del pacto de alianza entre Alemania e Italia en la Sala de Embaja

La ceremonia de la firma del pacto de alianza entre Alemania e Italia en la Sala de Embajadores de la nueva Cancillería del Reich, donde participan el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, el conde Ciano, y el ministro del Reich de Asuntos Exteriores, von Ribbentrop, eventos ocurridos entre el 20 y el 25 de mayo de 1939.

Hitler y Mussolini en una de una serie de reuniones en el Paso Brenner. A la derecha está

Hitler y Mussolini en una de una serie de reuniones en el Paso Brenner. A la derecha está el conde Ciano, el ministro de Asuntos Exteriores italiano.

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