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Los japoneses abandonan Guadalcanal

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Una lancha torpedera PT patrullando cerca de Nueva Guinea, en 1943.

En Guadalcanal, en el Pacífico, los japoneses finalmente renunciaron continuar la lucha para recuperar la isla de los Infantes de Marina estadounidenses. El final había estado a la vista durante mucho tiempo, pero los japoneses se habían negado a aceptar lo inevitable. Ocurriría la misma historia por el resto de la guerra.

 

David Levy fue un comandante de Botes PT [Patrulla Torpedera] de la Marina de los Estados Unidos. Era un oficio peligroso y había perdido una gran cantidad de colegas desde que llegó en septiembre de 1942:

Los botes PT no fueron diseñados para lo que los utilizábamos. Hemos perdido una gran cantidad de gente ante el fuego de armas pequeñas al ir contra las barcazas japonesas en las Islas Salomón. Los japoneses movilizarían a toda su gente en barcazas pequeñas. Y tendrían, quizás, treinta hombres con armas pequeñas en cada barcaza.

Cuando llegábamos a ellos se desataba todo un infierno. Perdimos un montón de gente tratando de hundir esas barcazas y no estábamos equipados para ello. Teníamos ametralladoras y cañones de 40 mm en la parte trasera del bote, pero las lanchas torpederas se levantaban del agua, tal vez, seis pies y teníamos 3,000 galones de gasolina de alto octanaje a bordo. Y teníamos cargas de profundidad y torpedos.

Las lanchas torpederas eran blancos muy fáciles estando parados así en el agua. Sus barcazas estaban casi planas con el agua y teníamos todos esos disparos. Era una estupidez usar los botes PT para tal fin, y así fue hecho durante toda la guerra.

Pero ahora los japoneses se iban. Sólo tenían un número limitado de naves capaces de hacer el viaje de noche hacia la isla, por lo general eran destructores rápidos que no podían acomodar a muchos hombres. Así que la retirada japonesa resultó ser bastante menos que la salvación para una gran proporción de los pocos miles de soldados japoneses que quedaron en la isla:

La noche que los japoneses abandonaron Guadalcanal, llegaron con destructores para recoger la mayor cantidad que podían de sus chicos. Sabíamos que se iban a ir porque teníamos su código.

La Marina pensó que llevarían a sus hombres alrededor a otra parte de Guadalcanal -en la parte trasera-. Así que nos pusieron en el lado posterior de la isla y dejaron que los japoneses se subieran A sus barcos. Y habíamos perdido tantas lanchas torpederas para entonces, que ellos no querían que atacáramos directamente a sus buques. Así que nos fuimos a la parte posterior de Guadalcanal y los aviones japoneses nos bombardearon, pero no nos dieron.

A la mañana siguiente, antes de que amaneciera, nos dirigimos de nuevo a alrededor de Tulagi y pasamos por donde los japoneses habían estado cargando a sus muchachos en destructores frente a la costa noroeste de Guadalcanal.

Todos los destructores se habían ido. Habían tenido que salir a toda prisa al momento en que empezó a amanecer, porque estaban preocupados por ser atacados y hundidos por nuestros aviones. Cuando llegamos allí, vimos muchos japoneses en el agua. Los destructores los habían abandonado, dejándolos flotando en el agua.

 

Recogí a trece de ellos, los senté encima de la proa de mi bote y los llevamos de vuelta a Tulagi. Pensé que era sensato, ya que tal vez tendríamos éxito en obtener información de ellos, pero los infantes de marina estaban furiosos como el infierno cuando llegué con ellos. Y ellos tomaron el control. Se llevaron a esos japoneses de nuestro bote y yo no sé qué les pasó.

 

Pero era increíble estar ahí, sólo flotando alrededor entre todos esos japoneses en el agua y recogiéndolos. Debe haber habido 500 de ellos flotando por ahí. No le disparamos a ningún japonés en el agua. Ya estaban cansados y no iban a combatir.

David Levy comandó el Bote PT 59, una lancha torpedera que después fue trasladada a otro comandante de botes PT, un joven llamado John F. Kennedy.

Si deseas saber más, lee “Fast Boats and Fast Times: Memories of a PT Boat Skipper in the South Pacific” [Lanchas rápidas y tiempos rápidos: Memorias de un capitán de Botes PT en el Pacífico Sur], de David M. Levy y Gerard A. Meehl.

Para más información sobre estas lanchas torpederas, visita PT King.

La lancha torpedera USS PT-105 navegando a alta velocidad, durante ejercicios frente a la

La lancha torpedera USS PT-105 navegando a alta velocidad, durante ejercicios frente a la costa este de los Estados Unidos con otras unidades del Escuadrón 5 de Botes Torpederos de Motor, el 12 de julio de 1942.

Los ataques coordinados de lanchas torpederas PT eran muy difíciles de contrarrestar para

Los ataques coordinados de lanchas torpederas PT eran muy difíciles de contrarrestar para los buques más grandes, especialmente durante las operaciones nocturnas.

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