Una imagen del cohete A-4 alemán sobre una plataforma de carga. Decenas de miles de obreros forzados trabajaron hasta su muerte en varios cohetes alemanes durante la guerra.
La idea del uso de cohetes como un arma táctica de corto alcance tenía una larga historia detrás de la misma. Los cohetes se volvieron tan populares en el Siglo XIX que parecían iban a sustituir la artillería convencional, aunque el desarrollo de mejores explosivos había restaurado la preeminencia de morteros y cañones.
Antes de la guerra, el Tratado de Versalles había limitado el calibre de armas para las fuerzas militares alemanas, lo cual llevó al Departamento de Armas del Ejército a buscar nuevos tipos de armamento que no violara las disposiciones del Tratado y al mismo tiempo proveyera el máximo poder de fuego posible. Un joven científico, con especial interés en balística, Walter Dornberger, mantuvo un feudo con cualquier otra persona que tuviera interés en el desarrollo de cohetes y, en su momento, Werner von Braun encabezaba la lista de asistentes técnicos de Dornberger. Fue así que se dio inicio a una de las asociaciones científicas más importantes de todos los tiempos.
Con la utilización de combustible líquido, Dornberger esperaba prolongar el tiempo de combustión y así proporcionar una propulsión continua lo suficientemente poderosa como para llevar una carga militar significativa mucho más lejos que ningún otro proyectil de artillería que se hubiese disparado hasta el momento. Dornberger correctamente apreció que la única forma de lograr esto era colocar un motor en un misil, capaz de sostenerse en vuelo continuo por varios minutos, alcanzando una velocidad que pudiera llevarlo hacia el espacio hasta que comenzara a proyectarse de nuevo hacia tierra a una distancia que no se hubiese logrado por ningún proyectil creado por el hombre.
Después de varios fracasos, el desarrollo de esta idea culminó el 3 de octubre de 1942, cuando el mayor general Walter Dornberger, con micrófono en mano, observó la escena donde el cohete A4 -posteriormente conocido como el famoso V2- logró lanzarse, la escena fue descrita casi minuto a minuto por el propio Dornberger... Ver Más