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Encuentro entre Spitfire y Me109 sobre Malta

El teniente de vuelo Denis Barnham, comandante del Escuadrón Nº 601 de la Real Fuerza Aérea (RAF), en la cabina de su Supermarine Spitfire Mark VB en Luqa, Malta, en un momento en que sus victorias sumaban cinco aviones enemigos. Lo observa el piloto oficial M. H. Le Bas.

El 21 de mayo de 1942, Denis Barnham recién llegaba de un “permiso” de cuatro días para tratar de recuperarse del Perro Malta. Había pasado los días ayunando, en un intento por librarse de la molestia intestinal causada por la mala alimentación en la asediada isla. Era un poco más de un mes desde que había llegado a Malta y había ganado una gran cantidad de experiencia de combate en corto tiempo.

 

Estaban listos al amanecer cuando fueron enviados al área para “más de cuarenta, veinte millas afuera, grandes y pequeños trabajos” -una combinación de bombarderos y cazas-. Él y su equipo de tres Spitfires bajaron desde 15,000 pies de altura para encontrar a los bombarderos que llegaban en esta ocasión al nivel del mar.

 

En este día había decidido prescindir de la cubierta de plexiglás que cubría su cabina, como un medio para mejorar su visibilidad en todas direcciones. Probablemente fue una decisión importante:

Un 88 –a baja altura en el agua- podía fácilmente hacer que malinterpretáramos nuestra salida y lanzarnos directamente en el mar –hay que tener cuidado entonces-. Como los 88 se dirigen hacia nosotros, veo hacia atrás en el deslumbrante sol: estamos en una posición perfecta para atacar.

 

Ese sol plata, brillando intensamente. Hay algo allí. Molestando mis ojos, buscando manchas de color gris en la luz cegadora, bultos negros incongruentes, entonces, con toda claridad por un instante, alas negras rectas.

 

109 por detrás, Exiles’, marco las palabras con calma y tranquilidad, ‘gira a la derecha’.

 

Si hablé cuidadosamente, ahora le estoy gritando a mis controles con todas mis fuerzas. De repente se acercan los detalles de la isla frente a mi nariz y luego el cielo mientras subo. Los 109 se esparcen como con un atomizador. Me retuerzo en mi asiento, mis compañeros no han escuchado mi orden -estoy solo-. Hay cazas enemigos por todas partes. Dos corren abajo sobrepuestos, cuatro más a mi derecha. Mientras que tres 109 más se echan en picada de frente, por debajo de mi nariz, observo el cuarto virando hacia mí, en pocos segundos pasará por debajo a mi izquierda. Hay mucho tiempo para dispararle. Esto debería ser fácil.

 

Los controles un poco hacia la izquierda, para darle más desviación que eso, un poco más a la izquierda –allí está muy bien-. Está volando bellamente ahora, justo hacia el punto central rojo de mi mira. Puedo sentir la joroba del botón de disparo por debajo de mi pulgar, espero un poco más: tac-tac-tac-tac, ametralladoras; bum, bum, bum, bum, mis cañones alentando su ritmo mientras ajusto mis dedos. Él está girando cada vez más cerca, más grande y más grande. Destellos en sus alas y el fuselaje. Gigantesco en tamaño, desaparece debajo de mi ala. Tengo a mi Spitfire en un viraje pronunciado. ¡En la cola ahora!

 

¿Dónde está? ¿Dónde se metió? Con mi Spitfire en una actitud violenta nariz hacia abajo me estoy inclinando hacia delante en mi cinturón, mirando a través de mi parabrisas: a la izquierda, la estrecha formación de rocas altas llamada Filfla está sola e iluminada por el sol; su parte superior plana con hierbas de color amarillo, algunas cornisas estrechas sobre sus paredes verticales y olas de espuma blanca rompiendo al pie de la misma. El mar es azul oscuro y mi 109 era negro. Es evidente que está allí, en algún lugar delante de mí. Que me aspen si lo puedo ver. Una llamada de repente en mis auriculares: ‘Algo cayó cerca de Filfla’.

 

Debe ser mi 109 que se ha estrellado -el choque en el agua debe estar justo debajo de mí-.

Si deseas saber más, lee “Malta Spitfire Pilot: A Personal Account of Ten Weeks of War, April-June 1942” [Piloto de Spitfire en Malta: un testimonio personal de diez semanas de guerra, abril-junio 1942], de Denis Barnham.

El Junkers Ju 88A-1. Esta es la primera versión del bombardero del avión Junkers Ju88, el cual tenía una gran capacidad para adaptarse a las condiciones de la misión.

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