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Inicia Gross Aktion con el gueto de Varsovia

Adam Czerniakow (a la derecha), Presidente del Consejo Judío de Varsovia o Judenrat, mantuvo un diario con los acontecimientos cotidianos del gueto de Varsovia bajo el régimen nazi. Al día siguiente de que los alemanes iniciaron la liquidación del gueto, el 23 de julio de 1942, Czerniakow se suicidó al no poder soportar la presión de deportar a 6,000 judíos diariamente, los cuales iban a parar a las cámaras de gas del campo de exterminio en Treblinka.

Al final de la visita de Heinrich Himmler al campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, el Jefe de las SS encargó la expansión del número de barracas en Birkenau y el de la industria de armamentos dentro de los perímetros del campo, en donde los deportados pudieran ser ubicados para trabajar de inmediato. Antes de irse, promovió al comandante del campo, Rudolf Hoess, al rango de mayor de las SS.

 

Como consecuencia de su visita. El 19 de julio Himmler ordenó la “limpieza total” de la población judía entera del Gobierno General en la Polonia ocupada por los alemanes, la cual debería ser completada para el 31 de diciembre de 1942.

 

Las órdenes de Himmler fueron obedecidas de inmediato. Comenzando el 22 de julio, varios miles de judíos fueron detenidos cada día en el gueto de Varsovia y enviados por tren al campo cerca de la localidad de Treblinka. Allí, todos, menos una fracción necesaria para mantener la operación del campo, fueron gaseados. En las primeras siete semanas de estas deportaciones de Varsovia, más de un cuarto de millón de judíos fueron llevados a Treblinka para ser asesinados; fue la más rápida masacre de una sola comunidad, judía o no judía, de toda la Segunda Guerra Mundial.

 

Adam Czerniakow, regente del Judenrat, un judío devoto de su gente que sirvió -patrocinado por los nazis- como “alcalde” del gueto de Varsovia, fue uno de los primeros en percibir los efectos de la orden de Himmler, desde el mismo 19 de julio en que fue emitida, los rumores acerca de la deportación comenzaron a correr; en los dos días siguientes, los miembros del Consejo y la propia esposa de Czerniakow fueron arrestados y mantenidos como rehenes:

22 de julio de 1940 (sic)

 

En la mañana, a las 7:10, en la Comunidad. Los márgenes del Pequeño Gueto están rodeados por una unidad especial además de la regular.

 

El Sturmbannführer Höfle y asociados llegaron a las 10 en punto. Desconectamos el teléfono. Los niños fueron retirados del patio de recreo opuesto al edificio de la Comunidad.

Se nos informó que todos los judíos, independientemente de su sexo y edad, con ciertas excepciones, serán deportados al Este. Hoy, para las 4 P.M., un contingente de 6,000 personas debe ser entregado. Y ésta cifra (como mínimo), será la cuota diaria.

Nos ordenaron desalojar el edificio en la Calle Zelazna 103 para el personal alemán que llevará a cabo la deportación. El mobiliario se dejó en donde se encontraba. Como el personal del Consejo con sus esposas e hijos están exentos de la deportación, solicité que el personal de la SAJ [Sociedad de Autoayuda Judía], trabajadores y recolectores de basura, etc. fueran excluidos también. Esto fue concedido.

Solicité la liberación de Gepner, Rozen, Sztolcman, Drybinski, Winter, Kobryner, lo cual fue aprobado. Para las 3:45 todos, menos Rozen, están de regreso en el gueto.

Por la tarde Lejkin envió un mensaje que un pedazo de vidrio había sido lanzado a un auto de la policía. Nos advirtieron que si esto sucedía de nuevo nuestros rehenes serían fusilados.

El dilema más trágico es el problema de los niños en orfanatos, etc. Planteé esta cuestión -quizá algo puede hacerse-.

A las 5:30, uno de los oficiales Forwort (¿?) llegó conduciendo y demandó que Jozef Ehrlich debiera ser nombrado el suplente de Lejkin. Ehrlich ya está vistiendo tres estrellas.

El Sturmbannführer Höfle (Beauftragter [plenipontenciario]) a cargo de la deportación) me pidió que fuera a su oficina y me informó que por el momento mi esposa estaba libre, pero si la deportación era obstaculizada de cualquier forma, ella sería la primera en ser ejecutada.

Si deseas saber más, lee “The Warsaw Diary of Adam Czerniakow” [El diario de Varsovia de Adam Czerniakow], editado por Raul Hilberg, Stanislaw Staron y Josef Kermisz.

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