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Bombas rusas sobre Varsovia

Soldados soviéticos en la frontera durante los primeros días de la invasión alemana.

Los Grupos de Ejércitos alemanes, particularmente el Centro, el cual contaba con un mayor número de elementos y material, lograba crear una saliente y estaba a punto de rodear a dos ejércitos soviéticos en Minsk.

 

Por su parte el Grupo de Ejércitos Sur estaba encontrando una resistencia cada vez mayor; los soviéticos se habían sobrepuesto al impacto inicial de la invasión alemana y comenzaban a dar visos de estar mejor organizados.

 

Incluso ahora la fuerza aérea rusa estaba comenzando a bombardear áreas donde se ubicaban algunos ejércitos y unidades alemanas en Polonia. Mary Berg, una judía en el gueto de Varsovia, mantenía un diario muy detallado; ella escribió:

Junio 26, 1941

 

Estoy escribiendo esto desde el refugio para bombas de nuestra casa, estoy de guardia nocturna, como miembro de la defensa aérea local. Los rusos están bombardeando cada vez con más frecuencia. Estamos situados en un punto peligroso, cerca de la estación de ferrocarril principal. Son ahora las 11 de la noche, estoy sentada cerca de una lámpara de carburo. Esta es la primera vez que puedo escribir desde que se iniciaron las hostilidades entre Rusia y Alemania. La impresión fue tremenda. ¡Guerra entre Alemania y Rusia!

Si quieres saber más, lee “The Diary of Mary Berg: Growing up in the Warsaw Ghetto” [El diario de Mary Berg: creciendo en el gueto de Varsovia], editado por S. L. Schneiderman.

 

Por otra parte, el general Erich von Manstein, comandando el LVI Cuerpo Blindado, escribió en sus memorias los detalles del avance alemán:

Temprano el 26 de junio, la 8ª División Panzer estaba a las afueras de Dvinsk y a las 0800 horas me proporcionaron un informe en su cuartel general divisional señalando que nuestra carrera para capturar los dos puentes grandes había tenido éxito. Los combates continuaban en el poblado en el lado más lejano del río, pero el puente grande del camino había caído en nuestras manos completamente intacto. Los guardias enviados para demoler el puente fueron apabullados a unos cuantos metros de la entrada. El puente de ferrocarril había sido sólo dañado ligeramente por una explosión pequeña y todavía estaba en condiciones para ser utilizado.

 

 

Antes de que la ofensiva comenzara me preguntaron cuánto pensaba que tardaríamos en alcanzar Dvinsk, asumiendo que era posible hacerlo. Mi respuesta había sido que no podía lograrse dentro de cuatro días, difícilmente podíamos contar con capturar los cruces intactos. Y ahora, exactamente cuatro días y cinco horas después de la hora cero, habíamos completado, como vuela el cuervo, una carrera de 300 kilómetros a través de territorio enemigo.

Si quieres saber más, lee “Lost Victories: The War Memoirs of Hitler’s Most Brilliant General” [Victorias perdidas: las memorias de guerra del general más brillante de Hitler], del mariscal de campo Erich von Manstein.

Tropas soviéticas intentando derribar aviones enemigos con sus fusiles.

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