En abril de 1942, Walter Schuck fue asignado al 7 Staffel del Jagdgeschwader 5 "Eismeer" (mar de hielo) y enviado a Petsamo, un puerto finlandés en el Círculo Polar Ártico, para enfrentar a la Fuerza Aérea soviética en la zona.
Los puertos libres de hielo de Múrmansk y Kirkenes, en el lado ruso y alemán, respectivamente, exigían el máximo esfuerzo de los jóvenes pilotos de combate en las facciones enemigas, en cualquier momento en que los convoyes aliados con material de guerra fueran puestos para uno, o los convoyes de abastecimiento costero alemanes estuvieran siendo enviados para el otro.
El resultado de aquello eran constantes rondas crueles de combates aéreos al tiempo que cada uno de ellos intentaba destruir las líneas de suministro del enemigo -o proteger las propias-. Para los pilotos alemanes estas batallas se convirtieron cada vez más difíciles al tiempo que la guerra se desarrollaba. Los rusos pronto comenzaron a producir máquinas que probaron ser iguales a las alemanas y los Airacobras, Hurricanes, Spitfires, Kittyhawks y Tomahawks suministrados por los aliados occidentales superaban en número muchas veces más a los de los alemanes.
El piloto de la Luftwaffe, Walter Schmuck, en un interludio en Kirkenes, escribió en sus memorias acerca de un desafortunado incidente para tres pilotos de su unidad, resultado de la escasez de combustible para sus cazas, lo que denota el comienzo del deterioro en los suministros para la maquinaria de guerra alemana... Ver Más