Miembros del 11º Ejército de los Marines con un obús de 75mm.
Las batallas aéreas entre los aviones aliados en el Campo Henderson, en Guadalcanal, y los bombarderos y cazas japoneses en Rabaul continuaban casi diariamente. Las pérdidas de aviones en ambos bandos estaban casi a la par, sin embargo, más de la mitad de las tripulaciones estadounidenses estaban siendo rescatadas mientras que la mayoría de las japonesas nunca fueron recuperadas.
El vuelo de ida y vuelta de ocho horas de Rabaul a Guadalcanal, con una distancia de unos 1,800 kilómetros, obstaculizaba seriamente los esfuerzos japoneses para tratar de establecer superioridad aérea sobre el Campo Henderson. Los vigilantes de las costas australianos en las islas Bougainville y Nueva Georgia a menudo proporcionaban aviso a las fuerzas aliadas en Guadalcanal de los ataques aéreos japoneses, permitiendo a los cazas estadounidenses despegar y posicionarse para atacar a los bombarderos japoneses mientras se acercaban a la isla.
No obstante que las fuerzas aéreas japonesas estaban perdiendo lentamente una guerra de desgaste en los cielos por encima de Guadalcanal, los esfuerzos continuaban para buscar diezmar a las fuerzas estadounidenses en la isla. Robert Leckie fue testigo de estos bombardeos... Ver Más