Ataque a submarinos en Bardia
Vista de Bardia y su pequeño puerto. Los dos tanques abandonados son italianos.
Después de la frustrada ofensiva inglesa para tratar de liberar Tobruk mediante la puesta en marcha de la Operación Battleaxe, la situación en el norte de África retornó a un estado de estancamiento entre las fuerzas alemanas y británicas.
El sitio de Tobruk continuaba y los ataques esporádicos de aviones y barcos eran enfrentados tanto por italianos y alemanes, en ocasiones, de una forma poco ortodoxa. La falta de suministros hacía que los recursos y elementos se utilizaran “creativamente” para sobreponerse a la escasez y condiciones de vida en el desierto.
Hans-Joachim Schraepler describe sucintamente lo ocurrido al encontrar cerca de la costa a un par de submarinos británicos:
Bardia, 27 de junio de 1941
A pesar de las nubes de moscas, fue difícil dejar las dunas y la maravillosa ubicación de mi tienda en este bello Mediterráneo. El Jefe del Alto Mando objetó la movilización por varias razones: Bardia está cerca del frente, Tobruk hacia nuestra retaguardia con los italianos. Nuestro enlace con el escuadrón no está asegurado. El personal está dividido en dos grupos, a una distancia de 170 kilómetros. La decisión ejerce tensión sobre nosotros y complica la tarea. Pero nos hemos sobrepuesto a problemas más serios. Tengo la sensación de que las relaciones entre Rommel y el Jefe del Alto Mando se están deteriorando. Una de las razones es ciertamente su desacuerdo en la movilización. Muy lamentable. Esperemos que esté equivocado. Pero los conflictos surgen más fácilmente aquí en el desierto que en otras partes.
Recién me entero que dos submarinos a 2 kilómetros de la costa han sido identificados. Di la orden para que los cañones antiaéreos disparen.
Estoy contento con nuestra transferencia a Bardia. Me asignaron cuatro oficinas grandes en una casa de piedra fresca con una vista hermosa hacia el mar. Este lugar es infinitamente bello. ¡Si tan sólo no hubiera guerra! Mientras tanto, nuestros cañones dispararon -y muy precisos-. Se puede observar un periscopio de un barco: asumimos que es la parte más alta de un navío que ha sido hundido.
Si quieres saber más, lee “At Rommel’s Side: The Lost Letters of Hans-Joachim Schraepler” [Al lado de Rommel: las cartas perdidas de Hans-Joachim Schraepler], editado por Hans-Albrecht Schraepler.