Una ametralladora soviética entre las ruinas de Stalingrado.
Vassili Zaytsev casi no había sido aceptado cuando el Ejército Rojo comenzó a tomar voluntarios para la Marina soviética. Él no era un hombre alto, pero estaba bien educado, lo que le valió la entrada a las fuerzas armadas.
Sin embargo, su habilidad como tirador había emergido unos días antes durante la lucha por la Fábrica de Tractores en Stalingrado, habiendo acabado con 40 soldados enemigos hasta el 19 de octubre de 1942 -para el final de la batalla de Stalingrado ese número alcanzaría los 225-. Como consecuencia de ello se le proporcionó un rifle de francotirador, con miras telescópicas apropiadas. Su unidad seguía inmovilizada en los páramos del distrito industrial de Stalingrado. Zaytsev describe la primera vez que utilizó el nuevo rifle... Ver Más