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Batalla de tanques en el desierto

Todo el ejército de Rommel era extremadamente móvil. En la imagen, oficiales alemanes en un Schützenpanzer en el norte de África, observando el movimiento de tropas en el desierto, en 1942.

Rommel había iniciado su ataque sobre la Línea Gazala con parte de la Operación Venezia. El Afrika Korps entraba a esta batalla con 363 tanques más 228 tanques italianos, aunque estos últimos no eran adecuados para enfrentamientos contra blindados ingleses.

 

Las fuerzas de Rommel estaban encarando al Octavo Ejército que contaba con seis divisiones, pero la mayoría de sus fuerzas estaba detrás de la Línea Gazala, lo que dio la ventaja a los alemanes para tratar de reiniciar su camino hacia Egipto y capturar por fin el preciado puerto de Tobruk. El plan consistía en mantener ocupadas las fuerzas al norte mientras un ataque separado hacia el sur buscaba envolver a las fuerzas británicas.

 

Para la mañana del 27 de mayo, el amplio movimiento hacia el flanco sur en Bir Hacheim había tenido éxito y ahora se buscaba virar hacia el norte, pero, aunque en este punto las cosas iban marchando bien, la situación estaba lejos de ser aceptable. La División Ariete italiana había logrado abrirse paso hacia Bir Hacheim pero nunca atacó y su división hermana, la Trieste, a pesar de haber sorteado los campos minados británicos, nunca pudo hacer contacto para eslabonarse, ya que se perdió y se atascó en arenas suaves.

 

Horst Sonnenkalb, un conductor de tanque en el Regimiento Blindado 8 del Afrika Korps, describe cómo comenzó el día para él:

Así que fue en estas primeras horas de la mañana del 27 de mayo de 1942. El día comenzó en el este. Los primeros rayos de sol lanzaron la nueva mañana. Antes de eso teníamos absolutamente prohibido usar la radio y ahora obtuvimos la orden de disposición de la misma. ‘¡Panzers, marchen!’ Avanzamos más, ahora uno podía reconocer el vehículo precedente en el alba de la mañana. El nuevo día despierta, el sol se elevó sobre el horizonte. Puede haber sido las 0900 horas. Nuestro PzRgt 8 [regimiento blindado] viró 90 grados a la izquierda, cruzó la columna de vehículos que conducía cerca de nosotros durante la noche como un gusano sinfín. Pronto, nuestro Regimiento se había alineado a sí mismo en su totalidad en formación de ataque frontal amplio, de panzer a panzer, alrededor de 40 metros de distancia lateral. Las escotillas estaban cerradas. Para mí, como conductor, era sólo posible ver al frente a través del ancho de la escotilla. Si estaba cerrada durante el combate, mi vista hacia adelante sólo se mejoraba con la óptica triangular. Me esforzaba para reconocer cualquier cosa a la distancia, mientras conducía el panzer y hacía los cambios de velocidades. Por suerte, el terreno era la uniforme arena del desierto. La orden llegó por radio: ‘¡Autorizados para el combate!’ El ladrar de los cañones de tanque ya se escuchaban. A la distancia vi las centellas de los cañones del frente de defensa inglés, fuentes de arena marcaban los impactos. Por el auricular escucho la voz del comandante: ‘¡Conductor, alto! Panzer granaten [proyectil antitanque], hacia las 2 en punto, tanque enemigo a 600 metros, ¡Fuego!’ La descarga fue amortiguada por las cubiertas de hule del auricular. ‘¡Conductor, adelante!’, vino la siguiente orden. Avanzamos aún más. Como entrenamos frecuentemente, aquí vinieron las órdenes para detenerse y luego los mandos de disparo. ¡Luego a marchar otra vez! Este combate era como nada que hubiésemos experimentado antes en el norte de África. Las colisiones de acero uno con otro, tanque contra tanque. Los primeros disparos de los tanques enemigos fueron reportados por radio y también nuestras propias pérdidas. Y tuvimos bastantes pérdidas durante este primer encuentro. El enemigo había destruido 32 de nuestros propios panzers, 10 de ellos se incendiaron. Sus tripulaciones murieron debido por ello. ¡Qué horrible es la guerra! Pero no teníamos tiempo para consideraciones, pensamientos y reflexiones. Conduce, detente, dispara y conduce de nuevo. Desde mi primer despliegue en el norte de África en el medio de 1941 tuve tanta experiencia que nada podía sacudirme, pero a pesar de esto estaba totalmente concentrado.

Si deseas saber más, lee “Panzer Regiment 8 in World War II: Poland, France, North Africa” [Regimiento Blindado 8 en la Segunda Guerra Mundial: Polonia, Francia, África del Norte], de Kevin Fish.

Un tanque alemán Panzer III del Regimiento Blindado 8 del Afrika Korps, en marcha hacia el frente de batalla.

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